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El fin de la privacidad

31.10.10

Josh Harris, te estamos mirando

El hombre que está en la pantalla pronosticó hace diez años el fin de la privacidad. Nadie le creyó y se volvió loco. Recuperado, este gurú de la red lanza ahora un nuevo presagio: antes de 2020 las máquinas superarán la inteligencia humana


Josh Harris, te estamos mirando
Las operadoras del documental We live in public, sobre la vida de Harris, quien esta semana vendrá al país a participar de ArtFutura. 

NUEVA YORK.- Un cigarro apagado, a medio fumar; anteojos de sol para montaña, un BlackBerry, un café ya frío y un pin con la forma de un rifle. Todos juntos, estos detalles destacan la fisonomía de Josh Harris por sobre la del resto de los clientes del bar de Alphabet City, en Manhattan, donde este excéntrico personaje, gurú de la Red, recibe a LN R .
Este hombre vio el futuro hace más de diez años, cuando dijo que todos transmitiríamos nuestra vida online. Y sobrevivió a la locura para contarlo.
Es curioso. Harris brinda esta entrevista rodeado de jóvenes que están sentados uno al lado del otro, con sus notebooks, los auriculares puestos, y sin hablar entre sí.
Todos están navegando en Internet. En el break del mediodía, se dedican a contar online qué es lo que están haciendo, en redes como Facebook o Twitter, y ven la vida de los otros en videos de YouTube o blogs.
Cuando se vayan del bar, luego de trabajar todo el día, verán en su casa, por televisión, cómo otros se muestran en alguno de los innumerables reality shows que se transmiten en Estados Unidos.
Es curioso, además, porque hace más de una década Harris predijo una escena similar.
Luego de comenzar su carrera mezclando comunicaciones y consultoría, fundó Pseudo.com , un sitio de videos online que se anticipó a lo que sería un signo del futuro: la pérdida de la privacidad. Más tarde vendió su negocio web y, con el dinero que cobró, financió su experimento más famoso: encerró en un sótano neoyorquino a más de cien personas que, a cambio de diversión gratuita y garantizada, accedió a ser filmada las 24 horas, durante un mes.
Una suerte de Gran Hermano con fines "artísticos", según remarca el mismo autor. Tras esa experiencia, transmitió su propia vida, como en The Truman Show (una de sus películas favoritas), generó un par de proyectos fallidos, se volvió loco y viajó a Etiopía a sanarse. Ahora recuperado, gracias a un documental que se filmó sobre su vida, vuelve a la carga con un nuevo proyecto que mezcla arte y negocios. Pero en este bar nadie lo reconoce como a un referentes de la generación pre-YouTube o Facebook.

Cinco mil horas grabadas

El film que cuenta la vida de Josh Harris es un documental que se llama We live in public .
Premiado en Sundance en 2009 y proyectado desde el día de su premier, el mismo año, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York -el MoMA - es producto de las más de cinco mil horas de video grabadas en el día a día de este hombre que en la pantalla grande es presentado como "el pionero de Internet del que probablemente nunca hayas escuchado hablar".
Con ese mote se intenta sintetizar el hecho que el "artista" haya revelado lo que es capaz de hacer el ser humano con tal de ser reconocido.
A través de videos e instalaciones, Harris comenzó a hablar de que Internet podría ser una suerte de reality show masivo cuando todavía los fundadores de YouTube apenas estaban en la secundaria. Un adelantado a su época. Ahora, diez años después, el documental y medios como The New York Times y Wired lo destacan como un visionario sobre la vida en público.



We live in public apunta a mostrar el gusto por la fama que tiene la gente y cómo, para alcanzar el reconocimiento masivo, estamos dispuestos a resignar nuestra intimidad. Para ello se usan como excusa dos proyectos clave en el trabajo de Harris: el primero, Quiet, fue la iniciativa de proponer a un centenar de artistas que vivieran, hiperconectados, en una fábrica subterránea de Nueva York. Una vez que la policía dio por terminado el experimento, alegando supuesto riesgo de incendio en plena era Giuliani, el empresario/artista enfocó las cámaras hacia él y decidió mostrar su vida en pareja, con webcams hasta en los baños y las heladeras. Todo, todo, todo, se podía ver online con sólo decir que uno tenía más de 18 años. Dice que esa falta de privacidad le hizo perder la cordura.
Si bien Quiet es el experimento clave, éste no podría haber existido sin Pseudo, el primer gran sitio de streaming de video en red que a su vez le sirvió a Harris para bajar a la realidad su idea sobre la necesidad de mostrarse del público.
En ese contexto, la película de Ondi Timoner volvió a encender los reflectores sobre este vidente de la nueva era, quien contrató a la directora para que lo grabara, en 1999, tras "haberse vuelto loco" al finalizar con Quiet y, tal como dijo a LNR, decidiera vivir en Etiopía durante casi tres años. Como escala, antes de viajar a Africa y cuando ya había perdido su fortuna (él declara haber generado 40 millones de dólares en los años 90, aunque algunos reportes aumentan la cifra al doble), se retiró a una huerta en las afueras de Manhattan. Si bien el principal motivo de la mudanza era "sanarse", Harris confesó más tarde a The New York Times que, en realidad, en ese viaje se volvió adicto a la marihuana. De cualquier forma, la tranquilidad que, recuerda, vivió allí, y el reconocimiento posterior por We live in public, le sirvieron para equilibrar su vida.
Un amigo de Luvvy -tal el alias de Harris en Internet- entra al bar e interrumpe la charla. Acaba de comprar albahaca en un mercadito de Manhattan. Enseguida, jugando con una hojita en la mano, el artista recuerda que a su regreso de Africa "trabajó" como jugador de póquer: "No se gana mucho, pero por simple estadística, y por la manera en que se otorgan los premios, al hacerlo con regularidad se puede vivir de eso".
Más allá del juego, de vuelta de Etiopía Harris pasó por California, invitado por el emprendedor web Jason Calacanis (que lo considera una de las diez personas más importantes en Internet), y aprovechó para hablar con posibles interesados en sus nuevos proyectos. Actualmente reside en Nueva York, una ciudad que para él es una irremplazable base de operaciones. "En ese momento necesitaba alejarme de las grandes ciudades. Aquí uno se siente observado. Si estás en la Red y querés ver pornografía o documentos políticos, en el fondo de tu cerebro sabés que te están mirando. Me encantaría seguir viviendo en Africa, pero necesito estar acá; mi trabajo está acá."
"Puedo volver a hacerlo" En este momento, Harris, además de planear su visita a la Argentina para acompañar la proyección local de We Live in Public, que se verá el marco del Festival de Cultura y Creatividad Digital ArtFutura, se encuentra trabajando en un proyecto denominado The Wired City (ver aparte), con el que pretende transmitir la vida de, al menos, 150 mil personas. Cree que a las empresas les interesará lo que pueda surgir de este focus group gigante, y que a los individuos les gustará mostrarse al ciento por ciento frente a las cámaras por un poco de reconocimiento.
Harris puede parecer un demente, y no tiene problemas con eso, pero cuando dice algo que suena fuera de lugar, repite: "Ya predije, hace más de diez años, lo que iba a pasar, y gané mucho dinero con eso. Puedo volver a hacerlo". Se refiere a que cuando decía que todos íbamos a contar contentos nuestra vida en Internet, impulsados por las ganas de tener "relevancia social", muchos no le creían. Ahora, con blogs, Facebook y Twitter, su presagio ganó peso. ¿Habrá que creerle?
Sus últimas apariciones en medios y conferencias, impulsadas por la promoción y repercusión de la película, giran alrededor de la idea de privacidad. Pero, para él, este concepto ya es historia. "La batalla por la privacidad está perdida; hay que reconocer eso y avanzar. Cuando puse una cámara en un baño, quería demostrar que se podía perder el último bastión privado. Y eso fue hace mucho ya. Cada vez es más difícil resistirse a que gobiernos y empresas tengan información tuya. La resistencia es fútil." Estas últimas cuatro palabras, llevadas a la cultura popular por la serie Star Trek, The Next Generation, las reitera varias veces en el transcurso de la entrevista.
"Mi sensación es que, para un chico de 12 años, vivir en público no es algo tan raro: creció con esta idea de falta de privacidad. Es como la televisión, que para mí es lo más normal del mundo, pero no para mis padres", profundiza.
Pero, más allá de su faceta de gurú, a Harris también le interesa el arte. Señalado como "el Andy Warhol de la Web" gracias a una campaña de prensa, sueña con hacer una instalación en el museo Pompidou relacionada con un proyecto suyo llamado La fábrica de humanos, pero encuentra difícil llegar a los galeristas aunque su trabajo pueda tener buenas críticas.
La vida será transmitida ¿Cómo hace este hombre para combinar, por un lado, su faceta de artista de vanguardia cercano a la locura con el hombre de negocios que intenta conseguir financiación para su nueva hazaña? Ante todo, Harris aclara que habiendo sido millonario lleva apenas un puñado de dólares en el bolsillo. Acto seguido, confiesa: "Es difícil, pero intento encontrar el balance", y agrega que empresas como Google, Facebook y Twitter lo conocen, "pero ahora estoy en el purgatorio; en Silicon Valley les parezco un loco que se dedica al arte, y cuando voy a Hollywood a vender el proyecto piensan que soy un tipo técnico. Tengo que encontrar el equilibrio".
Sí, conoció de cerca la locura, pero Harris es consciente de la complejidad de sus ideas. "¿Lo entendiste?", vuelve a preguntar. A diferencia de diez años atrás, esta vez quiere estar seguro de que será escuchado.

Por Pablo Martín Fernández
pmfernandez@lanacion.com.ar

Para seis diputados, “la política” es el principal legado que dejó Kirchner

 
Los parlamentarios destacaron que el patagónico demostró que aquellas cosas por las cuales empezaron a militar se podían concretar y que las convicciones son importantes. Creen que hay que profundizar el rumbo. Para Merchán, de Libres del Sur, el error fue convertirse en titular del PJ.
 
AGUSTÍN ROSSI
Jefe del bloque del Frente para la Victoria en Diputados.

1) Seguramente, el legado de Néstor Kirchner tendrá varios capítulos. Kirchner fue el dirigente político más importante de este siglo, quien marcó la agenda durante toda esta década. Fue quien le devolvió a la política esa capacidad de transformación, quien puso en el primer renglón de la discusión política la cuestión de las ideas y las ideologías. Quien nos devolvió las ganas de soñar y le demostró a una generación como la mía (50 años) que aquellas cosas por las cuales empezamos a militar se podían concretar, que era posible construir la política sin resignarse. Fue el dirigente que preservó los espacios de decisión política para la política y no para las presiones corporativas. Pero quizás el legado más importante que dejó sea que sus ideas, valores y principios permitieron convocar a una generación de jóvenes a la vida política como no pasaba desde el comienzo de la democracia.
2) A mi criterio, su mayor acierto fue haber hecho realidad aquella promesa que hizo cuando asumió la presidencia de que no iba a dejar los principios en la puerta de la Casa Rosada. Por eso, pudo construir una gestión de gobierno y una fuerza política como la que construyó.
3) No tengo una mirada hoy para opinar sobre su mayor error.
4) Hay que seguir por el mismo camino. En la gestión de gobierno y en la construcción de la fuerza política con Cristina como jefa indiscutida. Vamos a profundizar el modelo.

MARTÍN SABBATELLA
Diputado nacional, presidente     del bloque Nuevo Encuentro.

1) Hay un legado asociado a la vocación transformadora, militante, a esto de plantear que la política puede cambiar lo establecido, que puede transformar el statu quo. Esto de vencer la cultura de la resignación y correr los límites de lo posible.
2) Los mayores aciertos los expresó el pueblo en estos días, durante el velatorio. Y tienen que ver con que se recuperó el rol del Estado como garante de derechos. Eso se expresa en la Asignación Universal por Hijo, en la estatización y extensión del sistema jubilatorio, en los planes de vivienda, en la obra pública, en la creación de más fuentes de trabajo. Por supuesto también en pensar la Argentina en el marco de la integración regional y construir el futuro de nuestro país sobre la base de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
3) No sé si error. Evidentemente, no hay relación entre esa agenda pública transformadora que logró instalar el kirchnerismo y parte de la estructura política que lo sostiene. Es difícil imaginar que se podía hacer todo lo que se realizó sin el respaldo de esas estructuras tradicionales. Pero hoy con eso no alcanza. El desafío es cómo, rescatando las mejores tradiciones de la política argentina, se va construyendo una organización popular acorde a este rumbo.
4) Hay que seguir construyendo una democracia profunda para todos y todas, hay que seguir construyendo el camino de una nueva matriz productiva y distributiva más justa. Semejante proceso político necesita de la construcción de herramientas políticas que sostengan y profundicen las transformaciones impulsadas en esta etapa. Lo que está claro, es que todo lo que resta por hacer se logra si la Argentina sigue por este rumbo. Y creo que es posible, por el legado de Kirchner, por la fuerza de la presidenta y por la fuerza militante y el respaldo social expresado en estos días. Nosotros queremos colaborar con eso. Queremos que la presidenta sepa que puede contar con nosotros.

SILVIA VÁZQUEZ
Diputada por Partido de la Concertación - FORJA.

1) Si tengo que destacar un hecho, es el de haber fundado el ejercicio de la autoridad en el sistema democrático. Si consideramos a Raúl Alfonsín como padre de la democracia, creo que debemos pensar a Kirchner como el inaugurador de otra etapa: el período de la democracia con autoridad, y eso es fundamental ya que había un gran debilitamiento de las estructuras democráticas.
2) La convocatoria a la diversidad. Sin eso, su gobierno no hubiera podido ser lo que fue ni haber sentado las bases para la gestión de Cristina. La apertura que hizo en el trato cotidiano con los gobernadores e intendentes de otras fuerzas políticas como la UCR o el socialismo fue clave. Pero también la diversidad de la agenda que incluyó temas que no figuraron nunca en la agenda del PJ, como el matrimonio igualitario o la propia Ley de Medios, que era una asignatura pendiente de la democracia.
3) Fijar su mirada en la estructura del PJ después de haber ganado la elección en 2007. Quienes votaron al kirchnerismo, lo hicieron para fortalecerlo en su gestión. Además, para instalar su agenda fantástica fue fundamental la apoyatura en otras expresiones de la sociedad. Y eso se vio en su despedida. Muchísima gente joven se vio convocada por la mística que despertó la bandera de los Derechos Humanos, que fue más allá del planteamiento de justicia respecto de los responsables de la dictadura militar. Me refiero al derecho a la información o a la Asignación Universal por Hijo, que fueron banderas que el gobierno jamás estuvo dispuesto a negociar. Las impuso con un amplio consenso social que hoy se pone de manifiesto.
4) Dos conceptos fundamentales deben surcar el horizonte próximo: compromiso y continuidad. Todavía falta mucho para lograr el sueño de la agenda integrada. Por eso, desde la Concertación FORJA estamos trabajando en temáticas como la propiedad de la tierra, los recursos naturales y el plan energético de la Argentina, y un cambio de paradigma cultural.

OMAR PLAINI
Diputado por el Frente para la Victoria y secretario general del Sindicato de Canillitas.

1) Deja varios legados: haberle devuelto el sentido a la política que, desde la recuperación de la democracia, no estaba basada en principios, valores y convicciones. Kirchner demostró que las hay. Otro legado fue la participación política de los jóvenes: les devolvió  el sentido de protagonismo dentro de un proceso político. Hoy, ellos siguen las causas e ideas que planteó Kirchner. Otro hecho importante fue su relación con la CGT. Como dijo Hugo Moyano, después de Perón y Evita, nadie hizo más por el peronismo y los trabajadores que Néstor Kirchner. Ese es el dato más fuerte desde mi perspectiva. Hoy, los trabajadores dicen Perón, Evita y Néstor Kirchner.
2) El desendeudamiento con el FMI. Vivíamos presos de ellos. Se les plantó y dijo: “Se terminó.” Ese fue el más notable de todos sus aciertos. Además generó 5 millones de puestos de trabajo, la Asignación Universal por Hijo. Le devolvió la dignidad a los trabajadores. Fue el que se animó a hacer los cambios que había que hacer. Por eso la juventud lo reconoce. Para los jóvenes, Kirchner era uno de ellos, un transgresor. Y para los trabajadores fue quien nos devolvió la dignidad, las paritarias. Volvió a rescatar los programas del movimiento obrero, a discutir un modelo de país, a pelear por una región latinoamericana integrada. Fue, por lejos, el mejor presidente desde 1983 a la fecha.
3) Su mayor error fue elegir a Julio Cobos como vicepresidente. Él apuntó a la transversalidad y no se imaginó que podía ocurrir lo que sucedió. Cobos fue un desleal absoluto.
4) Profundizar el modelo. Tenemos que seguir generando más empleo,  terminar con la matriz neoliberal que viene desde 1976, avanzar en la Ley de Entidades Financieras y reformar la carta orgánica del Banco Central. Papel Prensa es otra asignatura que clarificar. Y por último democratizar el papel de diario.

CECILIA MERCHÁN
Diputada por Libres del Sur.

1) El legado de su gestión fue amplio: recuperó la unidad latinoamericana, la política como expresión apropiada por diferentes sectores de la sociedad, recuperó la idea de los Derechos Humanos y reformó la Corte Suprema de Justicia. Estas transformaciones fueron lo más importante que realizó. En el primer gobierno kirchnerista también fue fundamental la recuperación de la autoestima del pueblo.
2) Leer lo que había ocurrido en 2001 y representarlo unificando el apoyo de las organizaciones que había en ese momento histórico. Lograr representar esas expresiones y de la manera en la que lo hizo. Fue un gran acierto modificar la línea política en la que venían sucediéndose los gobiernos argentinos.
3) Abandonar esa estrategia que había gestado en 2003 y decidir apoyarse  en el peronismo, convertirse en el presidente del PJ, esa estructura arcaica que lo hizo volver a viejas prácticas de la política y que lo presionaron para detener el rumbo que había tomado su gobierno en un montón de sentidos. Por eso, para mí, su mayor error fue no seguir avanzando en la misma dirección, con la misma fuerza, y frenar los logros de la primera etapa.
4) En el futuro hay que seguir avanzando en contra de las corporaciones, seguir luchando por la distribución de la riqueza, en el cuidado de los recursos naturales y lograr una Argentina con más industrias. Eso es lo que tiene que venir de aquí en adelante. Nosotros, desde Libres del Sur, más allá de la situación y las críticas que le podamos hacer a la gestión, vamos a acompañar este proceso en esta próxima etapa para que el gobierno se mantenga fuerte. Respecto de un futuro más lejano, tendremos que ver cómo se acomodan las fichas dentro del PJ.

JULIANA DI TULLIO
Diputada del Frente para la Victoria.

1) El legado que nos dejó fue la fuerza con la que vivió la política. Las convicciones, el amor y la pasión con que hizo política. Era un hombre amoroso. Le ponía amor y mucha pasión a todo lo que hacía. Esas características poco habituales para un dirigente político son muy importantes. Sin dudas, la fuerza de sus convicciones y el amor fueron de las cosas más impactantes que dejó Kirchner, además del proyecto nacional y popular que es nuestra herencia.
2) Hizo de todo. Es muy difícil diferenciar una gran cosa que haya hecho porque era un hombre que constantemente hacía grandes cosas, todos los días, desde que se levantaba hasta que se acostaba.  Para mí es muy difícil hablar de un gran cierto. Él fue un gran hombre. Su gran obra fue, en todo caso, el proyecto político que gestó, y el haber tenido las fuerzas y las convicciones para llevarlo adelante. Puedo nombrar muchas cosas grandes, como la política de Derechos Humanos o la Asignación Universal por Hijo o la Ley de Medios, pero todo se enmarcaba dentro de un proyecto, dentro del peronismo. Él mismo fue su obra más grande.
3) Definitivamente, habernos dejado antes de tiempo.
4) Hay que seguir profundizando este proyecto político. Cristina Fernández nos guía, nos conduce y nos ilumina. Hay que acompañarla para que este proyecto sea cada vez más grande. Hay que seguir con este modelo, pisando el acelerador a fondo.<