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El bosquejo de Cobos

26.4.10

EL PAIS › CONSTRUCCION Y DECONSTRUCCION DE LA IMAGEN DE UN VICEPRESIDENTE

Tres especialistas en comunicación analizan el surgimiento y las oscilaciones de la figura de Julio Cobos, su controvertida permanencia en el cargo y la ausencia de un discurso político.
 Por Luis Alberto Quevedo *

Un no-lugar de la política

Existen tres momentos en la imagen y el posicionamiento político de Julio Cobos. El primero es el del origen: Cobos era gobernador de Mendoza y afuera de la provincia tenía una imagen muy desdibujada y poco clara para el resto de la ciudadanía. En 2007 fue elegido por los Kirchner como un símbolo de la transversalidad y de la concertación política. Su imagen en aquel entonces era muy difusa y durante la campaña casi no tuvo una voz política: de hecho, lo poco que apareció en relación con él fue la crítica de la UCR por haberse ido con los Kirchner.
Esa imagen no cambia hasta la noche en la que vota desempatando contra la 125 con el famoso “mi voto no es positivo”. Esa frase, esa noche, cambió el lugar que tenía, incluso contra su voluntad. Los demás le otorgaron un lugar que él ni siquiera debe haber imaginado: la de alguien que les dice “no” a los Kirchner. Contra su propia estrategia, la sociedad lo constituye como una suerte de barra de contención. Pero al mismo tiempo que la ciudadanía lo pone en ese lugar, los Kirchner lo nombran “traidor” y no le dirigen más la palabra.
Un segundo momento ocurre cuando Cobos ya no puede evitar estar en ese lugar y decide transitar una delicada cornisa: “Soy el vicepresidente de un Gobierno con el que ya no comparto nada, y quiero ser el jefe de una oposición que no puedo encabezar por ser vicepresidente”. La decisión es suya, pero su lugar institucional lo deja mudo. Esta rara estrategia le sube su imagen y su intención de voto. No olvidemos lo que pasó con los vicepresidentes anteriores: Chacho Alvarez discrepa con su presidente y se va; el vicepresidente Scioli tiene un altercado con Néstor Kirchner, lo espera en su despacho hasta que lo atiende y luego decide subordinarse al Gobierno. Con estos antecedentes, esta idea de “me quedo sin ser parte del Gobierno y voy a ser el jefe de la oposición” es una originalidad.
Ahora asistimos a un tercer momento. El oficialismo lo presiona para que renuncie y la oposición lo presiona para que se quede (pero para que sea un operador en el Senado y en el Gobierno). Una vez más, él no dibuja la escena política actual sino que se la marcan el Gobierno y los opositores. El resultado es una baja en su imagen, un desdibujamiento de su candidatura –algo que aparece en todas las encuestas– y la imposibilidad de la palabra política, de un discurso propio. Su único discurso posible es ser una suerte de espejo de la ley y de la Constitución: “Yo cumplí con la ley”, “sólo hago lo que me dicta el reglamento”...
El verdadero intríngulis de Cobos no es tanto la defensa de la antipolítica (éste sería, en todo caso, De Narváez): su lugar no es tanto el de la no-política como el de la ley. Podríamos decir que hoy se encuentra en un no-lugar de la política.
* Sociólogo, profesor de UBA y Flacso.

Los swingers quieren tener personería

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-144603-2010-04-26.html

SOCIEDAD › DICEN QUE LA INSPECCION GENERAL DE JUSTICIA LES DEMORA EL TRAMITE EN FORMA ARBITRARIA

A la asociación que promueve el “estilo de vida swinger” ya le rechazaron la inscripción en 2002 porque su finalidad lesionaba “la moral y las buenas costumbres”. El Inadi advierte que la actual demora constituye una práctica discriminatoria.
 Por Mariana Carbajal

La Asociación Argentina de Swingers reclama que le otorguen la personería jurídica, una pelea que lleva desde hace ocho años. En 2002, la Inspección General de Justicia le rechazó el trámite. El organismo, que depende del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, alegó en ese momento que la promoción del estilo de vida swinger, objetivo de la entidad, lesionaba “la moral y las buenas costumbres” y atentaba contra el deber de fidelidad establecido en el artículo 198 del Código Civil, aun cuando no haya engaño u ocultamiento y exista el consentimiento recíproco de los cónyuges de mantener relaciones sexuales con terceras personas. En diciembre, la AAS volvió a insistir con el pedido pero todavía no obtuvo respuesta. “Están cajoneando el expediente”, cuestionó el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez, quien patrocina a la AAS.
La entidad acompañó su nueva presentación con un dictamen del Inadi del 31 de agosto de 2009 que recomienda a las autoridades de la IGJ otorgar la personería jurídica a la AAS, y advierte que denegársela contraria los valores democráticos, y los principios de igualdad, libertad y laicidad, y en consecuencia, se encuadra en una práctica discriminatoria. Como antecedente, la AAS incluyó un fallo de 2006 de la Corte Suprema de Justicia que avaló el reclamo de personería jurídica de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti Transexual de Argentina y revocó una sentencia de cámara que había sostenido que la Alitt perseguía fines sociales contrarios al bien común.
En diálogo con Página/12, el presidente de la AAS, Daniel Bracamonte, aseguró que en el país hay alrededor de 100 mil parejas swingers. Bracamonte vive en el barrio porteño de Villa Urquiza, es periodista, tiene 53 años y junto a su esposa, Beatriz Mufachio, practica el estilo de vida swinger desde hace dos décadas. Bracamonte y Mufachio tienen dos hijos, de 30 y 27 años. El titular de AAS contó que edita desde hace 14 años la revista Entre nosotros swingers, que “vende unos 10 mil ejemplares cada mes”. “En la ciudad de Buenos Aires hay siete clubes swingers y tres más en la provincia de Córdoba”, apuntó.
–¿Para qué quieren la personería jurídica? –preguntó este diario.
–No buscamos tener un permiso para realizar nuestra actividad porque la practicamos en la intimidad. Lo que nos pasa es que sin personería jurídica se nos dificulta lograr habilitaciones de los clubes swingers. Nos categorizan como discotecas y cuando llega una inspección y ven a una persona haciendo un striptease, lo clausuran. Tenemos que “arreglar” inspectores y policías para no sentir la presión de que nos van a cerrar. ¿Por qué los criadores de palomas tienen derecho a agruparse y nosotros no? Queremos tener una sede para poder dar charlas, talleres y apoyo psicológico para parejas que tal vez tienen la fantasía de ser swingers pero no se animan por celos, el miedo al día después u otros factores. Hoy ese apoyo lo brindamos en forma privada.
Un pedido de personería jurídica habitualmente no demora más de un mes. El de la AAS ya lleva más de cuatro meses. Página/12 consultó en la IGJ pero el organismo no respondió sobre la situación del expediente de la AAS.
Ocho años atrás, la entidad intentó obtener la personería jurídica por primera vez. Pero le fue denegada a través de la Resolución Nº 541, dictada el 28 de junio de 2002 por la IGJ, y por la Sala A de la Cámara Nacional Civil. Ese fallo no fue apelado y quedó firme. De acuerdo con el estatuto constitutivo de la AAS, sus objetivos son “la promoción del estilo de vida swinger, entendido éste como propuesta alternativa en materia sexual y cultural en la estructura matrimonial y de parejas” y la difusión de “la filosofía swinger por medio de revistas, videos, y/o páginas web”. “Esta actividad permitirá agrupar a los swingers desarrollando su cultura, preservando su intimidad y divulgando las normas que los definen”, dice el documento presentado en la IJG.
Gil Domínguez sostiene que el fallo de la Corte Suprema que en 2006 avaló por unanimidad el pedido de personería jurídica de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti-Transexual es un antecedente incuestionable para allanar el camino para que la AAS obtenga la suya. Ese fallo revocó una sentencia de la Sala K de la Cámara Civil –que a la vez había confirmado lo resuelto por la Inspección General de Justicia– y dictaminó que en resguardo del derecho fundamental y humano de asociarse con fines útiles, Alitt estaba facultada para obtener la personería jurídica conforme lo establece el artículo 33 del Código Civil, es decir, con el objetivo de promover el bien común, explicó Gil Domínguez.

Algunos mitos sexuales perviven entre adolescentes

Según una encuesta llevada a cabo por especialistas del Centro de Formación e Investigación en Enseñanza de las Ciencias de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, lejos de estar desterradas, ciertas creencias erradas sobre el sexo siguen vigentes entre alumnos del nivel medio de escuelas porteñas y bonaerenses. Entre otros equívocos, se relevó que un alto porcentaje de adolescentes cree que el embarazo puede evitarse si se orina antes o después de una relación sexual.
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“A pesar de todo lo que se habla de sexo, hay mitos que no se destierran”, indican los especialistas de Exactas.
Aún perduran concepciones equivocadas sobre el sexo entre adolescentes y también mayores de 18 años que cursan el colegio secundario, según revela un estudio realizado en escuelas porteñas y bonaerenses por especialistas de la UBA. Alrededor de la mitad de los encuestados considera que compartir la pileta de natación con hombres puede conducir a embarazos y, otro tanto, cree que ponerse de pie durante o después de la relación sexual puede servir de método anticonceptivo.

“A pesar de todo lo que se habla de sexo, hay mitos que no se destierran”, indica a InfoUniversidades Elsa Meinardi, secretaria académica a cargo del Centro de Formación e Investigación en Enseñanza de las Ciencias (CEFIEC) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, que llevó adelante la investigación junto con el Grupo de Investigación en Didáctica de la Biología. El equipo encuestó a 72 alumnos de 14 a 16 años de un colegio de nivel socioeconómico medio y alto, y a 31 estudiantes mayores de 18 que cursan en dos escuelas secundarias para adultos de bajos recursos. “El estudio reveló que parte de la información que los estudiantes manejan es incorrecta. Suelen guiarse por lo que alguien les dijo o les contó, sin bases sólidas”, agrega la bióloga María Victoria Plaza, integrante del equipo.

Zambullirse en la misma piscina no genera ningún riesgo de embarazo, sin embargo, casi el 60% de las mujeres mayores de 18 años consultadas cree que compartir la pileta de natación con hombres puede conducir a la maternidad.

La encuesta realizada de modo anónimo recopila creencias populares, a las que sólo debía responderse si eran ciertas o no. Por ejemplo, se les preguntó si evita el embarazo ponerse de pie durante o después de la relación sexual. Casi la mitad de los adolescentes contestó en forma equivocada que sí, puesto que la respuesta correcta es no. El 42% de las mujeres mayores de 18 años acertaron y de los varones, sólo el 23 % . “Una de las chicas dijo que no podía quedar embarazada porque sus relaciones sexuales eran de pie. Ella nunca se había acostado con su novio. Este testimonio muestra obstáculos que se generan a partir del propio vocabulario y sobre el que hay que trabajar”, indica Meinardi.

Varios son los mitos erróneos que han logrado desterrarse. Uno es el que sostiene que se evita el embarazo si se orina antes o después de la relación. “Un 50% de los mayores de 18 años cree que éste puede ser un método anticonceptivo”, subraya la investigadora. En tanto que un 32 % de mujeres adultas considera, erróneamente, que no hay posibilidades de embarazo durante la primera relación sexual.

Aula y realidad

El equipo del CEFIEC investiga la educación para la salud sexual en la formación de profesores en la Argentina, un campo novedoso dado que la ley de educación sexual integral fue aprobada en 2006 y en mayo del año 2008 se acordaron los ejes para impartirla en la escuela. “En Argentina, el aborto causa el 40% de las muertes en mujeres de 20 a 29 años y el 31% de las muertes en menores de 20 años. Los riesgos de mortalidad infantil se duplican si se trata de madres adolescentes”, indica Meinardi.

El estudio indica que en la provincia de Buenos Aires, la maternidad adolescente representa el 25% de los nacimientos. “En las clases medias o altas, una chica embarazada significa que se arruinó la vida o las posibilidades para su futuro; en cambio en los sectores más humildes, esta situación es mirada y valorada de modo diferente porque la joven pasa a tener más consideración dentro del grupo”, indica Plaza, que lleva adelante talleres de trabajo con alumnos y docentes para abordar la temática.

Encuestas, talleres participativos, trabajo en equipo, son algunas de las tareas de este equipo del CEFIEC que intenta develar mecanismos para obtener mejores resultados. En este sentido, detectar estas creencias equivocadas sobre el sexo es el primer paso de un largo camino. “Por un lado, debe darse información correcta a los estudiantes, pero el contenido por sí solo no basta. Hay que trabajar en el modo en que se brinda”, destaca Plaza, que elabora su tesis doctoral en educación sexual. En este sentido, Meinardi resalta un obstáculo habitual en el aula: “Los estudiantes separan lo que ven en la escuela con aquello que les pasa en su vida cotidiana. Perciben el contenido escolar como un dato más que nada tiene que ver con lo que les sucede fuera del colegio. Debemos trabajar en unificar esta realidad percibida en forma paralela”, concluye.
Armando Doria
medios@de.fcen.uba.ar
Cecilia Draghi
Área de Medios de Comunicación
Universidad de Buenos Aires