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Esa mujer

24.6.11

Hace una pausa, convierte un segundo de silencio en la mismísima eternidad, y lo dice. Dice lo que hace mucho tiempo sabía que iba a decir. Dice aquello que millones de nosotros deseamos que diga. Esa mujer tiene agallas, pasión, fortaleza, timing. Esa mujer sabe.

Conoce fortalezas y debilidades de un país que parece salido de sus entrañas. Una nación que parimos todos los días. Las inquinas de los hombres. Las miserias del poder. La hipocresía de los poderosos. El escenario de la comunicación y su capacidad para señalar el terreno de lo posible, de ponerle límites a eso que llamamos, de modo pretencioso, la realidad.

Por eso le obsequia a los editores de diarios el título del día siguiente, la portada preparada desde hace largo tiempo: “vamos a someternos una vez más a la voluntad popular”. Pero ella sabe que no es lo más importante que tiene para decir, que si fuera periodista su título sería otro: “el eje central es la pluralidad, que haya más voces”.

Es que esa mujer sabe que la suerte de todo proyecto de transformación se juega en el escenario donde se disputa el sentido. En ese terreno frágil por lo ambiguo, por su carácter polisémico, y a la vez poderoso por los intereses que hay detrás, el de la comunicación mediada. Allí donde la revolución tecnológica, de la mano de la digitalización, cambió las cosas para siempre.

Tal como destacó el gobernador de Jujuy Walter Barrionuevo: “cada vez que la civilización occidental logró un avance tecnológico superlativo, los primeros que gozaron esos avances fueron los ricos, pero hoy en la Argentina, los primeros que van a gozar de un avance tecnológico de magnitud son los que menos tienen”.

Entonces sus palabras se vuelven vigorosas. En Jujuy y Entre Ríos se inauguraron dos nuevas estaciones digitales terrestres para recibir la señal de la TV Digital abierta y gratuita. En el primero de los casos, destinada a 328 mil habitantes de 68 localidades. En el segundo, para 300 mil habitantes de 95 localidades.

De este modo ya suman 19 las estaciones digitales en funcionamiento en todo el país, en el marco del plan que prevé instalar un total de 120 para que la Televisión Digital Terrestre cubra todo el territorio nacional. Al día de hoy ya hay 380 mil hogares conectados, producto de la misma cantidad de decodificadores distribuidos a lo largo y ancho de la Argentina.

Pero habrá todavía más, ya que a partir de julio se sumarán los televisores del plan Televisión para Todos. El programa consiste en poner a la venta, a precios muy accesibles (no más de $ 2700 con financiación a 60 meses), televisores de alta definición de 32 pulgadas con sintonizador digital incorporado. Así la televisión digital seguirá sumando audiencia a su grilla de 14 señales, que también aumentarán en los próximos meses.

Ella hace una pausa. O parece hacerla. Y recuerda que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tiene en su espíritu la pluralidad de voces. Y esto supone un nuevo mapa de medios. Como una ráfaga, mortal para los dueños de las palabras y las cosas, anuncia el llamado a concurso público para 220 señales de TV abierta en todo el país, que se distribuirán entre el sector privado comercial y el sin fines de lucro, además de las asignaciones para los estados provinciales y todas las universidades nacionales y públicas.

“En el octavo país en extensión de territorio, solamente hay 29 señales de televisión abierta”, precisa. Y concluye: “Los monopolios son malos en todas las actividades”.

Esta mujer es incorregible. Y los profetas del odio, como los definiera don Arturo Jauretche, no la perdonan. No perdonan su irreverencia, su rebeldía respecto del guión que redactaron quienes tomaron la Argentina por asalto en 1976 y completaron su obra en la década del 90. Su capacidad de representar a los que sufren,  los que anhelan vivir en un país con justicia social, los que no tienen nada que perder, salvo la esperanza de un futuro venturoso. Por eso lanzan improperios sobre su persona y afectos, como lo hicieran Eduardo A. Duhalde y Elisa Carrió pocos días atrás. Es tan grande el odio, que no reparan en límites. Agravian su dolor y su memoria. Y también la nuestra.

Pero esta mujer es esperanza. Y como escribiera Rodolfo Walsh respecto a esa otra mujer odiada y amada por idénticas razones que ella, “si la encuentro, frescas altas olas de cólera, miedo y frustrado amor se alzarán, poderosas vengativas olas, y por un momento ya no me sentiré solo, ya no me sentiré como una arrastrada, amarga, olvidada sombra”.

Y así se siente, por estas horas, el Pueblo de la Nación Argentina.

Por Sergio Fernández Novoa
Presidente de ULAN y EL Consejo Mundial de Agencias de Noticias. Vicepresidente de Télam