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Obama y sus 63 preguntas a quemarropa

14.11.08



El presidente electo Barack Obama aprobó esta semana el envío de un cuestionario de siete páginas destinado a quienes quieran ocupar cargos en el gabinete u otros despachos del Poder Ejecutivo.
El cuestionario –herramienta tradicional en el “proceso de examen” para los ingresantes a las oficinas de la Casa Blanca– consiste ahora en 63 preguntas acerca de las trayectorias personales y profesionales de los aspirantes y también de sus familias. El diario The New York Times divulgó ayer su contenido completo, que calificó como “el más abarcativo” o aun “intrusivo” en la historia de la administración norteamericana, ya que los aspirantes deben incluir –por primera vez– hasta sus links a Facebook o los alias que utilizaron en blogs, correos electrónicos y foros de chat.

Si bien la mayor novedad es que el examen presta atención a los medios electrónicos utilizados para operaciones políticas y de prensa, no descuida los diarios personales o las opiniones “aun injustas” de amigos y enemigos. Las averiguaciones también se extienden a esposas, hijos mayores, e incluso empleados domésticos de los aspirantes, que –según explica en la “miscelánea” final el punto 57– deben ser enumerados prolijamente junto con cualquier “conviviente” que haya tenido “lazos de afecto u obligación” con ellos en los últimos diez años. En esa lista deben constar los domicilios y números de teléfono de todos ellos. En la página anterior, el punto 46 indaga sus antecedentes criminales: la única excepción contemplada son las “multas de tránsito menores a 50 dólares”.

Doce años atrás, Obama no tuvo inconvenientes en declararse enemigo de la pena de muerte y de las restricciones contra el aborto cuando pretendía ganar una banca por Illinois en el Senado. Esta semana, los redactores del examen solicitan una descripción de “los episodios más controvertidos en que usted se vio involucrado durante su carrera”. El equipo de transición demócrata, conocedor de los problemas que habían traído al candidato afroamericano sus escuetas respuestas por sí o no en temas clave, reclama insistentemente detalles, circunstancias y causas de cada uno de los aspectos sobre los que consulta.

Como primera condición, los asistentes de Obama piden a cada aspirante copias de su currículum y material biográfico “producido por usted u otra entidad a pedido de usted o con su consentimiento”. A quienes ejercen profesiones colegiadas, además de las licencias correspondientes, los invita a enumerar todas las sanciones recibidas. Para no dejar margen a ocultamientos, una lista de asesorías, trabajos autónomos o en el extranjero completará la reseña de sus últimos diez años de actividades.

Consultada por The New York Times, la vocera en jefe del equipo de transición de Obama, Stephanie Cutter, declaró que él “se comprometió a cambiar la forma en que Washington hace negocios, y este proceso de examen lo ejemplifica”. El aspirante debe mencionar también si él o su cónyuge fueron lobbistas, recibieron pagos de gobiernos extranjeros, organizaciones o individuos. Fiel a su criterio policíaco, el equipo de Obama les exige una descripción de “detalles (...), fuente y monto” del dinero obtenido. Y extiende ese requisito a regalos cuyo valor supere los 50 dólares recibidos de personas ajenas a su círculo de parientes y amigos.

Si al senador por Illinois se lo reconoce como el candidato que hizo ingresar los medios informáticos a la parafernalia de campaña, los redactores del cuestionario tienen en cuenta los recursos tecnológicos más recientes. Atentando contra el principio de intimidad e inviolabilidad de la correspondencia, pretenden conocer direcciones, alias e identificaciones usadas diariamente en internet por los aspirantes, quienes además deben mencionar cualquier tipo de mensaje electrónico que “pueda provocar un conflicto de intereses o ser posible fuente de incomodidad para usted, su familia o para el presidente electo”.

Videos rigurosamente vigilados

Un año y medio después de prohibir el uso de YouTube en sus computadoras, el Departamento de Estado inauguró su propio portal de intercambio de videos. En el novedoso TroopTube tanto los soldados en Irak y Afganistán como sus familiares deben superar los controles de “(buen) gusto, violaciones del copyright y cuestiones de seguridad nacional” antes de acceder a todas las pantallas. Inaugurado este martes –Día del Veterano norteamericano–, en pocas horas el portal acumuló cerca de 500 videos de soldados que para vencer su abstinencia de diversión por internet –MySpace, Facebook y otros diez sitios similares también están prohibidos– se contentan con hallazgos como “Jamie dormido en el auto” o “Los Oak Ridge Boys cantan el Himno Nacional”, si no prefieren conocer mascotas, familias y amigos ajenos.