Por Néstor Leone | El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, habla sobre el trágico desalojo en Villa Soldati, de sus aspiraciones electorales y hace un balance de sus tres años de gobierno. | |||||||||||||||||||
Para Debate | ||||||||||||||||||||
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En estos días cierra su tercer año de gestión al frente de la provincia de Buenos Aires. Y, en esta entrevista con Debate, hace un balance de gestión. Fiel a su estilo, desborda optimismo, enumera logros y fija los desafíos que se propone para completar el mandato. A su vez, desaira las preguntas que pretendan indagar un poco más sobre el armado político del Frente para la Victoria para el año próximo. No confirma su candidatura a la reelección, que muchos consideran un hecho, reafirma su compromiso con el gobierno nacional y muestra su mueca de fastidio cuando se le pregunta sobre el juego especulativo que quiso convertirlo en alternativa al kirchnerismo. Eso sí, habla de Mauricio Macri, y en términos más duros que los acostumbrados. ¿Qué opinión tiene de lo que pasó el martes por la noche en Villa Soldati? Un conflicto por un terreno ocupado y dos muertes. Le puedo contar lo que hacemos nosotros en estos casos. Más allá de las órdenes judiciales, intentamos ver cuáles son los mejores mecanismos para descomprimir los conflictos y buscar las soluciones. Con las dimensiones que tiene la provincia de Buenos Aires, son problemas que enfrentamos a diario. Lo importante, siempre, es evitar que se llegue a situaciones de violencia. ¿Qué falló o qué faltó en este caso, entonces? Diálogo y trabajo en el terreno. Nosotros mandamos a los ministros a los lugares para que hablen con la gente, para que escuchen, para que vean la realidad. No hay que perder de vista que cada situación es distinta. No hay que generalizar. Pero, para eso, hay que estar en el lugar. Y hay que evitar los enfrentamientos. A la gente le genera una reacción natural cuando va a ser desalojada por la fuerza... Por otro lado, está el derecho de quienes quieren recuperar lo suyo, ya sean los destinatarios de las viviendas o los dueños de los predios. El gobierno de la Ciudad habló de una política inmigratoria “permisiva” del gobierno nacional y dijo que había una inmigración “descontrolada”. Los inmigrantes fueron los que hicieron grande a este país. Hay en la Argentina una gran tradición de brazos abiertos a aquellos ciudadanos que vienen aquí a desarrollar su porvenir. Esto no se arregla echando culpas ni haciendo declaraciones. Hay que buscar las soluciones de fondo. Gobierno una provincia que tiene mil quinientas veces más de territorio y seis veces más de gobernación, y es la que más recibe inmigrantes, de los países limítrofes y de cada lugar de la Argentina. Y no me van a escuchar nunca decir que la culpa de los problemas la tienen ellos. No. Hay que buscar soluciones. ¿Cuáles serían, en este caso? Si hay un problema habitacional, el gobierno de la Ciudad tiene que tener un programa de urbanización y de viviendas adecuados, como se está haciendo en distintas provincias argentinas. Hay que construir más viviendas. ¿Piensa que hay sectores que pretenden crear un clima social enrarecido? No, puede haber casos aislados, pero no prende en la mayoría de la sociedad, que está pensando en otras cosas, que quiere vivir en paz, tranquila y segura. En conferencia de prensa, Macri le pidió a la Presidenta que mandara a la Policía Federal para desalojar el predio.Repito: hay que pacificar y encauzar esto a través de soluciones definitivas. Ahora, el gobierno de la Ciudad alguna vez se tiene que hacer cargo de algo. Siempre que hay un problema los responsables son el gobierno nacional, las otras provincias o los países limítrofes. La Ciudad tiene que solucionar los problemas a través de la gestión, no hablando de los demás. Macri tiene que hacerse cargo, como me hago cargo yo o el gobierno nacional o los otros gobernadores. No puede ser que, cada vez que haya un problema, la culpa la tenga el otro. Lo llevo a su gestión y al año electoral que se acerca. Todo hace prever que en 2011 buscará la reelección. ¿Esto es así? Los tiempos de las definiciones electorales los irá definiendo la Presidenta. Nosotros estamos abocados a la gestión y yo respeto eso. Supongo que lo tiene en su cabeza como posibilidad, al menos. Tengo en la cabeza los problemas de todos los días de las familias de la provincia y no me distraigo con ninguna otra cuestión. Planteamos cómo pensamos la provincia del futuro. Eso sí, porque es mi responsabilidad. Puedo mostrar lo que hemos cambiado hasta ahora y me corresponde proponer cómo sigue esto hacia delante, con más descentralización, con una regionalización y con cambios que van a generar una provincia más moderna, más eficiente, más propicia para invertir, para innovar y para vivir. Eso es lo que estamos haciendo de cara al futuro y más allá de las alternativas electorales. Y lo puedo hacer porque tengo un gran equipo que trabaja en la gestión diaria y un gran equipo coordinado por Santiago Montoya, avocado a esos temas. Entonces, va a ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires si la Presidenta se lo pide. ¿Lo pongo así? No hago especulaciones electorales en este momento. Me manejo con la realidad de todos los días. Ahora estamos preocupados y ocupados en los temas que le preocupan a la ciudadanía: la seguridad, la educación… Ya estamos planificando el año próximo del sistema educativo, porque desde la educación viene la solución a los problemas de fondo de la Argentina. Fíjese lo que pasó con la Asignación Universal por Hijo. Le trajo al sistema, en buena hora, más chicos inscriptos. Ahora es necesario construir más colegios, adecuar la infraestructura. Lo mismo en la salud. Hay que seguir fortaleciendo la atención primaria y dar mayor cobertura de cloacas, agua potable, asfalto y viviendas. ¿Entonces? Es que mi preocupación es ésa. Estamos planificando una provincia con un territorio más equilibrado, con más oportunidades, con más arraigo en el interior y con una fuerte transformación a partir de la inversión histórica que ha hecho el gobierno nacional en el conurbano, con los nuevos anillos de circunvalación y todo lo que hace a la competitividad, la logística, el transporte, la conectividad con los puertos. Se está avanzando en cuestiones ambientales, también. Ahí están las obras de saneamiento del Matanza-Riachuelo y de la cuenca del Reconquista. Y están las soluciones modernas que estamos implementando para el problema de la basura, convirtiendo la basura en energía. Ésas son las cuestiones que nos preocupan. ¿Cuándo será el momento de las definiciones de candidaturas?Lo vamos a ir hablando con la Presidenta. Y si la Presidenta dice que lo necesita como candidato a vicepresidente, ¿aceptaría? Por lo que se sabe, esta posibilidad nunca lo entusiasmó demasiado. No voy a hacer ningún comentario sobre cuestiones electorales. Hoy, no están ni en mi cabeza, ni en la cabeza de la Presidenta ni en la de la gente. Estas cuestiones electorales se resolverán en su momento, como corresponde. Entiendo que el periodismo esté ansioso con eso, entiendo el interés que pueda haber, pero nuestra ansiedad y nuestro interés están puestos en otro lado. La sensación que se tiene hoy es que, políticamente hablando, todo está mucho más calmo de lo que preanunciaba el comienzo de año, con un PJ alineado con Cristina y “disidentes” emprendiendo el regreso.Hay un reconocimiento de la fuerza trasformadora y de los hechos que está llevando adelante la Presidenta. Además, hay una revalorización de la vida y la obra de Néstor Kirchner. Y tercero, quedó en evidencia una oposición que trataba de basar sus posicionamientos a partir de rechazar todo lo que hacía el Gobierno y sus peleas con Néstor. Quedó al descubierto que no hay propuesta superadora al rumbo que se emprendió en el país a partir de 2003. Hay una voluntad masiva de que no haya vuelta atrás. La gente no quiere volver a empezar. Al contrario, sobre todas estas bases sólidas que se han venido construyendo, quiere que proyectemos el de- sarrollo del país. Con la muerte de Néstor Kirchner algunos sectores parecen haber quedado sin su razón de ser. Sí. O puso en evidencia que era un posicionamiento basado no en las ideas superadoras o propuestas constructivas, sino en un permanente debate con él. Hoy se ve con claridad que Kirchner fue un adelantado por las medidas que fue tomando en su gobierno. Y se ve con claridad la capacidad y la inteligencia de la Presidenta para continuar la tarea y aplicar, por ejemplo, políticas sociales de nueva generación, que nos permite terminar el año con un país más ordenado, más inclusivo, más pujante en lo productivo. Esto no sólo lo digo yo, sino que lo han dicho líderes mundiales, como el presidente Lula, en el marco de la Cumbre Iberoamericana. Todo esto, me permite terminar a mí un año con la provincia desendeudada, con un gran fortalecimiento de los municipios y con una articulación sin precedentes con el gobierno nacional. Buenos Aires era una provincia que tenía en vilo al país con sus problemas y, en vez de ser un vagón de cola, hoy es un motor productivo y parte de las soluciones. ¿Escuchó las últimas declaraciones de Francisco de Narváez? Pareció decidido a tender un puente con el oficialismo.Por mi forma de ser, no pongo mi esfuerzo en analizar o polemizar alrededor de lo que puedan decir otros dirigentes. Hago mi trabajo. Sí veo que, ante un pronunciamiento tan claro de sectores productivos, de los trabajadores, independientes con respecto a la Presidenta, a la oposición se le hace mucho más difícil encontrar un lugar competitivo. Pero forma parte del juego de la democracia. Hay oficialismo y oposición, y la oposición tendrá que hacer mayores esfuerzos para plantear mejor por qué van a pedir el voto el año próximo. ¿Habría lugar para él?Estoy trabajando en este proyecto desde 2003, codo a codo con la Presidenta y con los intendentes. Esa es mi responsabilidad. No voy por la vida haciendo especulaciones o análisis políticos. ¿Se ve compitiendo en una interna con De Narváez?Mi energía y mi tiempo los pongo en mejorar la seguridad, hacer las obras necesarias para la provincia, en atraer inversiones. No me distraigo en otras cuestiones. Las escaramuzas electorales de ahora son eso, escaramuzas. Las internas recién van a ser en agosto. Hacia el mes de mayo o junio recién se irán definiendo las candidaturas. De Narváez eligió un espacio opositor al gobierno nacional y provincial, y eso está claro. ¿Le costó mediar entre los intendentes y Hugo Moyano en la reunión del Partido Justicialista provincial? No, porque hubo una actitud responsable de Moyano y de los intendentes y una voluntad de todos de trabajar juntos para movilizar el partido y apoyar al Gobierno. Hay un sentimiento de unidad y muy buenas expectativas electorales para el año próximo. Existe una clara vocación de la militancia en ese sentido y un orgullo para mostrar de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos. Fue una reunión muy positiva, de mucho respeto, como debe ser, y con un claro pronunciamiento del partido en respaldo de los gobiernos nacional y provincial. Parecía que había ahí un conflicto en puerta. No, hubo racionalidad, sentido común y todos pusimos la mejor buena voluntad para respetar el orden institucional ante la convalecencia de Alberto Balestrini. Moyano lo preside, los cuarenta y ocho consejeros participan activamente y, como es mi partido de gobierno, cada vez que las circunstancias requieren de mi presencia o necesito volcar mis ideas o puntos de vista sobre el futuro del gobierno provincial, ahí estoy también. En estos días tenemos un seminario sobre la regionalización y descentralización de la provincia, porque este contexto nacional permite repensar los estados provinciales y municipales para hacerlos más eficientes, menos burocráticos, más descentralizados y más competitivos.
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