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"La soja se puede mantener un año o más sin venderse" , Luis Miguel Etchevehere, Presidente de la Sociedad Rural

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El militante

30.3.11

Por José Pablo Feinmann.

Un militante es alguien que ha encontrado una verdad que lo trasciende. No es una verdad revelada. No es una verdad divina. No es, ni siquiera, una verdad permanente, segura, como un anclaje firme que otorga cimientos y sosiego a una vida entera.

No corren buenos tiempos para los militantes. No corren buenos tiempos para nadie. Pero el militante no utiliza la "mala temporalidad" para "matar el tiempo". No se entrega. No es heroico, pero es quizás obstinado. Es frecuente que repita lo que empeñosamente le dicen. "Todo esto es un desastre, no tiene arreglo, marchamos hacia un nuevo fracaso, la historia nos juega en contra". Pero todo este tremendismo no tiene poder de apabullarlo. Repito: no es un héroe. Simplemente quiere vivir. Simplemente no se conforma con aceptar que otros han decidido ya su vida, su futuro, sus módicas ambiciones y su muerte. Pero sabe -lúcidamente lo sabe- que si acepta lo que quieren que acepte, ni morir se necesitará. Porque ya estará muerto. Alguien dijo alguna vez: "Vivamos de tal modo que nuestra muerte sea una injusticia". Una muerte -no dramaticemos por favor- es solamente un hecho más de nuestra vida, un hecho (esto sí) final, que patéticamente revela nuestros límites. Pero el militante sabe que tiene su vida. Y quizás, porque conoce los tiempos que corren, no se ha propuesto nada tan grandioso como la toma del Palacio de Invierno.

Quizás, sencillamente, no busca la inmortalidad. Ha aceptado con calma, ha atravesado su correspondiente y dolorosa crisis cuando esa verdad se le reveló ("no sólo mueren los demás, también voy a morir yo, sobre todo yo, cosa increíble, y en ese momento, como y todos, voy a estar solo") pero tampoco esta revelación lo ha destruido. Al hacerlo, conscientemente o no, ha tirado por la borda íntegramente a Dostoyevsky. Todo ese tremendismo eslavo le es ajeno. "La única causa de la conciencia es la inacción." Si Dios no existe, todo está permitido". Stravrroguin, Kirillov, Iván Karamazov, militaban en otra causa. Blasfemaban todo el día contra la muerte y vivieron muertos. ¿Acaso podía ocurrir de otro modo?

La militancia en la Argentina tuvo en el pasado una relación con la muerte hermanada con el existencialismo trágico, no sólo con Dostoyevsky sino especialmente con Nietzsche. Pero eso pasó y no estoy hablando de aquellos militantes, de los del ´73, tan fervientes, tan desmesurados, tan seguros de tener la historia como inclaudicable aliada. No, hablo de los de hoy. Y éstos de hoy saben que tienen que vivir. Y que aunque no vivirán una vida grandiosa (los tiempos no dan para tanto) harán lo necesario por estorbar un poco. Y si es posible -porque la política y la historia son, afortunadamente, improbables- harán también algo más. Militancia y Producción Uno de los lúcidos y obstinados proyectos del régimen militar-financiero en la argentina fue la aniquilación del aparato productivo. La desaparición de los centros de trabajo, de los precisos puntos nodales del circuito productivo que generaban la confluencia de la clase trabajadora, su organizatividad y su concientización, no podía ser sino fundamental para un régimen que requería desmovilización, la desconcientización y la marginación del pueblo argentino. La desnacionalización de la economía, o más exactamente el reemplazo del circuito productivo por el circuito financiero, no produce sólo un resultado, digamos estructural, materialmente verificable en la organización económica de la sociedad, produce también un resultado humano. Se destruye al hombre. Se lo destruye como ser social, solidario. Se lo trasnforma en un indivualista hosco, temeroso y agresivo. Se lo transforma en un marginado. Y donde aparece el marginado muere el militante. Se ha podido verificar en ciertos actos peronistas del cercano 17 de octubre. Los obreros que concurrieron en representación de sus gremios, nucleados por la mediación del trabajo organizado, fueron pocos. Los demás van sueltos. O evidencian la pobre organizatividad del marginado: colorida, bochinchera, agresiva, pero profundamente dispersa. Dispersa en sus consignas, confusa en sus adhesiones, teñidas de un folklore sobre el que se enanca el poder languideciente pero real de cierto peronismo. Un peronismo arcaico, marginal, ligado al matonaje y no a la lucha, que es también un resultado -un exacto resultado- del poder militar-financiero.

La Argentina financiera generó un argentino que es la antítesis del militante. Llenó el país de "hombres libres", de "trabajadores libres", "individuales". Llenó el país de "cuentapropistas". Era la hora del "sálvese quien pueda". Apareció el "argentino taiwanés", el "argentino del plazo fijo", el "argentino de la bicicleta financiera". El argentino taiwanés (desdeñando a los sujetos) se sumergió en la idolatría de los objetos. Para el argentino del plazo fijo, un día no era un espacio temporal en el que podían aguardarlo mil experiencias hondamente humanas; un día se cotizaba en las pizarras financieras y valía tanto como un dólar marginal, no más, no menos. Este argentino tiene una mirada fija, casi no parpadea, no mira a sus costados, ignora a sus semejantes, su horizonte es sólo una pizarra en una financiera, allí se dibuja su destino cuantificable. Y el argentino de la bicicleta es el que pedalea solo, el que se entrega a los mil artilugios del engaño disfrazado de viveza. La destrucción del aparato productivo, además, arrojó a innumerables trabajadores a la marginación y la extrema pobreza. Y no existe ninguna dialéctica revolucionaria entre pobreza y conciencia de clase. (Atención: hablo aquí de "pobreza" en tanto marginación del circuito productivo). Los marginales poblaron las páginas policiales del amabilísimo periodístico. Aquí fueron confinados. Antes formaban comisiones internas, asistían a las asambleas de sus gremios, votaban sus conducciones. Ahora transitan oscuramente por los suburbios. Eran obreros, eran compañeros, hoy son seres desesperados arrojados a la delincuencia y el lumpenaje.

En la Argentina, entonces, la activación del aparato productivo no es sólo necesaria por razones económicas, sino por razones humanas y políticas. Para que la solidaridad, el compañerismo y la militancia vuelvan a surgir entre nosotros, hay que crearles un lugar. Este lugar es el trabajo. Militancia y trascendencia. Un militante, por el contrario, cree en la solidaridad social. No es un "individuo" en el pobre sentido que del individuo tiene el liberalismo burgués. Nada tiene que ver con Hobbes. Lo ha superado. Sabe que su individualidad se realiza en el grupo. Su incorporación al trabajo, a la producción, a su grupo de pertenencia, a su clase social, lo incorpora a la solidaridad, al compañerismo, a la amistad sincera. Para decirlo claro: lo humaniza. Un militante es un ser en constante proceso de humanización. Su militancia lo hará mejor padre, mejor hombre de su mujer, mejor amigo de sus amigos. Sabe que habita este mundo para luchar junto a los demás, no para usarlos.

El militante respeta el trabajo. No porque sea un sometido, sino, porque sabe que en el trabajo está su poder, su organizatividad y el sentido final de su militancia: la justicia social. Y también porque sabe que por fuera del trabajo, no sólo está la miseria económica, sino la otra: la social y la humana. La que hará de él un apartado, un egoísta, un resentido y hasta un delincuente. El militante, es necesario repetirlo, cree en una verdad que lo trasciende y da sentido a su vida. Esta verdad es su ideología, la ideología que comparte con sus compañeros y expresa su lucidez. La ideología que hace de él un sujeto y no un objeto de la historia. La ha amasado, a esta ideología, durante años, la ha padecido, la ha cuestionado, la ha asumido cotidianamente. Porque cotidianamente intentan quitársela, se la oscurecen y deforman desde las pantallas de la TV o desde las radios. Aparecen allí, frente a él, en su hogar, hombres cultivados, con buenos modales, racionales hasta el asombro y vértigo, implacables, que le dicen que no, que está equivocado, que todo está bien, o que todo está mal, pero que, en todo caso, nada está como él cree. ¿Cómo lucha contra toda esa insidiosa verborragia? Hablando con sus compañeros. Buscando la verdad donde está: en el grupo. Porque cuando los militantes son esto, militantes, y están unidos por sus intereses comunes, la verdad es una tenaz corriente eléctrica que los recorre y los une aniquilando el discurso del enemigo. Porque es cierto (según postula un diabólico axioma del pensamiento autoritario) que mil repeticiones hacen una verdad. Pero no es menos cierto que mil repeticiones pueden también aburrir, transformarse en un sonido apenas desagradable y persistente. En suma inaudible.

El militante es un hombre que tiene una razón para vivir. Y más también. Cierta vez dijo Camus "Una razón para vivir es una razón para morir". El militante, en efecto, puede llegar a morir por su causa. Pero en Argentina -hoy, a esta altura de nuestra experiencia y de nuestro dolor- habrá que afirmar tenazmente que el momento más alto de realización de un militante es su vida (cualquiera de los infinitos actos en que su militancia lo ha comprometido) y no su muerte. Los peligros de la militancia

La deshumanización acecha también al militante. Puede transformar su ideología en dogma, en obstinación y autoritarismo. Puede creerse más heroico. Puede confundir el desprecio por la vida con el coraje. Puede enajenarse en su lucha. Puede olvidar las pequeñas cosas en nombre de los grandes ideales. Puede olvidar que los grandes ideales se persiguen y se conquistan para posibilitar las pequeñas cosas. Puede llegar a considerarse sólo el eficaz cuadro de una organización. Y hasta puede llegar al extravío de exigir también eso de los demás. Puede llegar a realizar esta frase de Brecht: "Nosotros que nos unimos para luchar por la amistad entre los hombres, no supimos ser amigos". El viejo problema de los medios y los fines se agitan detrás de éstas ideas. Pero si la militancia ha de servir para humanizar al militante, los fines deberán estar presentes en todos los medios. Porque el militante está vivo hoy, y es hoy, en cada uno de los actos que realiza para conquistar una sociedad más justa, donde están enteramente en juego su humanización o su envilecimiento.

Fuente: Revista Humor, N° 138, octubre de 1984.

Solicitada diarios del Chubut de hoy: GANE QUIEN GANE NO PERDAMOS TODOS

29.3.11


Power Balance, una gran mentira?

21.3.11



En estos días, si vas caminando por la calle y de repente ves una persona intentando hacer piruetas parado en un pie o doblándose para tocar el piso, no se trata de un loco o de un equilibrista pidiendo monedas en un semáforo. Es simplemente una persona más intentando mostrarle a un amigo cómo la pulsera Power Balance le mejora la fuerza, el equilibrio y la elongación.

Esta persona, como miles de otras últimamente, posiblemente en otros órdenes de la vida actúe como un ser inteligente y razonable. Pero de manera repentina, seducido por uno de los mayores engaños de marketing de la historia, dejó toda su racionalidad a un lado y sucumbió ante la mentira de una promesa mágica.

Power Balance lleva vendidas millones y millones de pulseras a un precio considerable (en Argentina al equivalente de casi 40 dólares, en España a 40 euros) atribuyéndole a dos hologramas la capacidad de producir mejoras médicas e impactar nuestra calidad de vida.

A medida que las demandas de consumidores y los estudios científicos que prueban la mentira se acumulan, la empresa ha ido acotando más y más los efectos que le atribuye a la pulsera llegando, en la versión actual del sitio en USA, a no mencionar ningún efecto benéfico y decir apenas: “The founders of Power Balance have always believed in the benefits of various holistic practices and Eastern philosophies and set out to develop a product to more easily and affordably embody these beliefs.” (“Los fundadores de Power Balance siempre hemos creído en los beneficios de varias prácticas holísticas y filosofías Orientales y nos propusimos desarrollar un producto que encarne esas creencias de una manera sencilla y barata.”) (Barata???)
En el sitio de Power Balance Argentina hay una sección llamada “Cómo funciona?”. Entusiasmado, entré a leerla para ver qué explicación daban sobre el causa-efecto de los efectos médicos de los hologramas de la pulsera. Sin embargo, la página no dice nada sobre eso. Apenas responden estupideces como “Puede mojarse?”, “Necesita estar en contacto con la piel?” o “Cuánto tiempo dura?”.

Finalmente, forzados por la justicia australiana, en ese país los fabricantes debieron poner en internet una declaración que dice abiertamente que en las publicidades ellos alegaron que las Power Balance mejoraban la fuerza, equilibrio y flexibilidad, pero que reconocen que no hay evidencia científica alguna que respalde eso y que incurrieron en prácticas de marketing engañoso.
Y sin embargo, pese a todo esto, ¡mucha gente sigue comprándolas como pan caliente y haciendo bienintencionadamente el ridículo intentando mostrar a los demás las propiedades mágicas de la pulsera! Eso es lo más desconcertante para mí.
Hay engaños muy sofisticados, donde no es lógico responsabilizar a la víctima. Pero en este caso millones de personas creyeron una mentira absurda sin el menor cuestionamiento. Reemplazar el pensamiento crítico por el mágico en este caso es relativamente inocuo. Apenas hace que pierdas algo de dinero y que algunos piensen (como expresa brillantemente este tweet de Roger Schultz) que sos un “salame”. Pero en otros órdenes de la vida las consecuencias de suspender el juicio crítico pueden ser mucho más serias. Yo no puedo entender a la gente a la que le dicen que una pulsera le dará fuerza, equilibrio o flexibilidad y lo cree sin preguntarse cuál es el mecanismo exacto por el cual esos efectos ocurren.
Para cerrar, dos comentarios serios y otros divertidos:

1) Para darle credibilidad al engaño, la campaña de marketing de Power Balance estuvo sustentada en testimonios de estrellas del deporte como Shaquille O’Neal, Rubens Barrichello o Drew Brees. ¿Cómo es posible que estas estrellas del deporte se presten a dar difusión a un engaño de este tipo? Entiendo que les hayan pagado bien, pero ¿no sienten responsabilidad de no defraudar a quienes los admiran y respetan?

2) Si se quedaron con ganas de más, pueden ver en el sitio de TEDxRiodelaPlata la brillante charla TEDx que en abril pasado dio Gabriel Gellon sobre el pensamiento crítico y el espíritu científico.

3) Todo esto me recuerda al chiste que dice que un “brujo” le cobraba a la gente diciendo que con sólo tocarlos hacía que se volvieran más inteligentes. Resulta que una vez un “cliente”, después de recibir el toque mágico, le dice: “Me parece que esto es un engaño y usted es un farsante que no tiene poder sobrenatural alguno”. A lo que el “manosanta” responde: “¡Mi método funciona! ¡¡¡Ve que ya se volvió más inteligente!!!”.

4) En un giro de comedia digno de Groucho Marx y profundamente argentino, el “home” local de Power Balance dice en font enorme: “Alerta de originalidad” y advierte que busques el “sticker” para evitar comprar imitaciones!

¡No permita que lo engañen, amigo! ¡Las pulseras truchas vienen sin magia! (Podés creer los inescrupulosos estos, que falsifican la pulsera y no le ponen magia…) No pagues $5  en un semáforo por una pulsera falsa que no hace ningún efecto. Pagale $150 a ellos. “Power Balance engaña mejor” podría ser un lindo slogan.

¿Cómo detectar si una Power Balance es falsa? ¡Fácil! Todas lo son…

5) Por último, si ya tenés una Power Balance y estás contento con sus efectos avisame. ¡Tengo unas cuantas cosas que me gustaría venderte! Por ejemplo, ¿qué tal un terrenito en la luna?

¿Estamos preparados para las catástrofes naturales?

16.3.11


Especialistas relatan que los sobrevivientes suelen revivir el momento de la catástrofe
 La tragedia ocurrida en Japón el viernes reavivó algunos interrogantes. ¿Estamos los seres humanos listos para enfrentar un drama de estas características?. ¿Puede aún una de las economías más prósperas del mundo hacerse cargo de la reconstrucción de ciudades enteras? ¿De dónde es posible sacar fuerzas para hacerlo?

Lo cierto es que a priori la respuesta parece ser incierta, principalmente porque se trata de desastres naturales, que no sólo son imprevisibles sino que además generan mucho temor en quienes lo viven e inclusive en aquellos que lo miran por televisión.

De hecho, según la licenciada en Psicología y especialista en Trastornos de Ansiedad, Gabriela Martínez Castro, "el temor, la desesperanza y el horror son las manifestaciones típicas de quienes deben enfrentar este tipo de situaciones".

La especialista, titular del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), expuso: "En los casos más extremos las personas también atraviesan un sentimiento de reexperimentación, que consiste en volver a vivir con todos los sentidos la situación traumática que se atravesó. La persona se comporta, a posteriori, como si estuviera en el momento del acontecimiento, más allá de que suele evitar los estímulos que tengan que ver con el momento del trauma".

Justamente por estas razones, aún ante el caos, los servicios de salud y asistencia suelen organizarse para atender primero a las personas que revisten mayor gravedad, y después sí pasar a ocuparse de aquellas que no corren riesgo de muerte pero que deben ser ayudadas para poder continuar con su vida.

Otros de los objetivos primordiales de los especialistas son aquellos que perdieron todo pues en algunas ocasiones la sensación de desarraigo puede causar estragos a nivel psíquico.

De ahí que sea tan importante poner en marcha el tratamiento psicológico rápidamente, siempre teniendo en cuenta determinadas variables entre las que se destacan el tiempo o nivel de exposición respecto al episodio traumático, los daños tanto materiales como emocionales que ese problema haya generado y la pérdida de familiares o amigos cercanos, por mencionar sólo algunos de los más importantes.

"En lo que hace a las intervenciones psicológicas en caso de desastres, está establecido a nivel internacional que existen grupos de riesgo. En esa clasificación se incluyen pacientes con antecedentes psiquiátricos, personas que ya hayan vivido situaciones traumáticas previas significativas, aquellos que hayan respondido con un cuadro de estrés post-traumático ante una situación anterior, adultos mayores, adolescentes y niños", expuso el doctor Roberto Sivak, médico psiquiatra y psicoterapeuta, ex presidente del Capitulo de Psicotraumatología de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA) y coordinador del Grupo de Trabajo de Estrés Trauma Psíquico y Psicosomática de la División Salud Mental del Hospital Álvarez.

"No obstante también hay otros grupos que deben tenerse en cuenta. Entre éstos se destacan por ejemplo las personas con cuadros depresivos, los que viven solos o los que al momento del desastre estaban sin trabajo", añadió Sivak, también miembro activo de la sección de Intervención en Desastres de la Asociación Mundial de Psiquiatría World Psychiatric Association.

Signos de alarma posteriores a un trauma

 • Imposibilidad de concentrarse en las actividades de la vida cotidiana

• Desinterés por los planes que se tenían acordados previamente

• Sensación de desapego afectivo respecto a los demás

• Imposibilidad o dificultad para conciliar el sueño

• Aparición y desarrollo de ataques de ira

Fuentes: Pro-Salud News

El antes y el despues del TSUNAMI

15.3.11

http://www.abc.net.au/news/events/japan-quake-2011/beforeafter2.htm
Aerial photos taken over Japan have revealed the scale of devastation across dozens of suburbs and tens of thousands of homes and businesses.

Hover over each satellite photo to view the devastation caused by the earthquake and tsunami.

La Mesa de (Des)Enlace y el Rey Momo usan $ 100 millones anuales sin control



Es el monto recaudado por los aportes patronales que llegaron al Renatre, un organismo que es administrado por el líder sindical, en conjunto con las patronales rurales. El último balance financiero corresponde al período 2007.
 La precaria situación en que se encuentra gran parte de los trabajadores rurales no afecta a todos por igual, y mucho menos si se trata de los propios dirigentes de la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), el gremio conducido por Gerónimo “Momo” Venegas.

Según los últimos datos disponibles en la página web de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), entre el tercer trimestre de 2009 y el mismo período de 2010, el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y empleadores (Renatre), un ente público no estatal presidido por el propio Venegas y la Mesa de Enlace y cuyo objetivo es “controlar el cumplimiento por parte de los trabajadores y empleadores de las obligaciones que les impone la ley”, recibió $ 97.411.000 sólo por los aportes patronales del 1,5% de la masa salarial. Cómo los utilizó y con qué fines es imposible saber: pese a estar obligada por la legislación vigente, la entidad no presenta balances ante el Estado desde el año 2007.

Creado durante el segundo gobierno de Carlos Menem, el Renatre tiene carácter de “ente autártico de derecho público”, es decir, se trata de una entidad extrapresupuestaria que se financia a través del aporte patronal de los empleadores rurales. Entró en vigencia en1999, y entre sus principales funciones se encuentra el otorgamiento y control de la Libreta de Trabajo, “un documento personal, intransferible y probatorio de la relación laboral” que une a empleadores y empleados y cuyo uso es obligatorio en todo el país. Además, la entidad tiene como objetivo “controlar el cumplimiento por parte de los trabajadores y empleadores de las obligaciones que les impone la ley”. Asimismo, la entidad es la encargada de otorgar un subsidio ante el desempleo para todos los trabajadores que realicen actividades agrarias. Para cumplir con esas tareas, se nutre de la contribución del 1,5% del total de la remuneración abonada por los empresarios a cada trabajador. Los fondos recaudados son girados por la AFIP a una cuenta a nombre del Renatre, y durante el año pasado rondaron los 8 millones de pesos por mes. A ello deben sumarse los fondos obtenidos por multas, convenios de recaudación, intereses por depósitos bancarios y otros ingresos menores.

Pese a los cuantiosos fondos, serias dudas caben sobre su eficacia. Tan sólo durante el mes de febrero, los operativos de la AFIP y los ministerios de Trabajo, tanto de la Nación como de la provincia de Buenos Aires, relevaron la situación de 2525 trabajadores: 1300 de ellos presentaban algún tipo de irregularidad. De ese total, 1105 no estaban registrados (85%), en tanto que el resto se corresponde con individuos indocumentados y menores. Según el detalle de las actas labradas, en una gran mayoría de casos las condiciones de trabajo eran “infrahumanas”.

“En términos de una organización no gubernamental es una suma muy importante que tiene que estar volcada a la capacitación de trabajadores, al combate del trabajo no registrado, y de hecho no hay nada de eso”, aseguró a Tiempo Argentino Álvaro Ruiz, actual titular de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario. Presidido por el propio Venegas, el directorio del Renatre cuenta con cuatro miembros de la UATRE y cuatro representantes de la Mesa de Enlace (Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Federación Agraria Argentina y Confederación Intercoop. Agropecuaria). Para Ruiz, esta connivencia entre productores y dirigencia sindical es clave en la actual situación de precariedad que vive el campo.
“Hay una connivencia muy clara entre las cuatro entidades que integran la Mesa de Enlace y el sindicato rural. Ellos acuerdan las cuestiones  que les interesan en la Pampa Húmeda, y después cualquier cosa en las economías regionales. Y el Renatre refleja de algún modo esta connivencia porque en diez años de funcionamiento no ha podido mover el amperímetro en materia de registración laboral. Hay actividades donde el trabajo no registrado llega al 95%, esto implica que las tareas no las han cumplido”, indicó el funcionario.
El último balance presentado por la entidad corresponde al año 2007, e informa que recibió por aportes patronales $ 50.875.468, además de ingresos por $ 18 millones en otros conceptos, al tiempo que sus activos sumaban $ 112.813.883 y el patrimonio neto era de $ 96.512.111. Asimismo, dio cuenta de 7785 seguros de desempleo aprobados, lo que representó una suma de $ 18.117.815 en concepto de prestaciones pagadas.

La presencia estatal en el Renatre sólo se manifiesta a través de un síndico titular y otro suplente designados por la cartera laboral, a los fines de fiscalizar y vigilar todas las operaciones contables, financieras y patrimoniales del organismo, según establece la Ley 25.191. “En realidad no depende de nosotros. Nosotros tenemos síndico, es decir, un control de auditoría externa. Ellos están obligados, independientemente de que nosotros hagamos mejor o peor la auditoría, a presentar los balances”, aseguraron fuentes oficiales. Este diario intentó comunicarse en reiteradas ocasiones con Venegas, sin obtener respuesta alguna por parte del aliado de Duhalde.


Los dirigentes que integran la Mesa de Enlace salieron a defender la tarea del organismo, y a deslindar su responsabilidad por el grado de precariedad que reina en la actividad rural. “El Renatre ha hecho una buena tarea, no es una política de empleo en sí misma, es un instrumento que debe ir acompañado de otra cantidad de cosas que no corresponden al gremio y a las entidades patronales, sino a las políticas públicas. Debe haber más políticas públicas que habiliten que haya más trabajo regular, que se simplifique la contratación del empleado rural”, aseguró el titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi.
Carlos Garetto, presidente de Coninagro, consideró que la labor del Renatre “ha sido bastante positiva”. En tanto, Hugo  Biolcati, titular de la Sociedad Rural, aseguró tener “el mejor de los conceptos del Renatre, ya que funciona de manera más que eficiente”. El representante más a favor del libre mercado de la Mesa agregó que desde su creación “se han blanqueado 800 mil trabajadores, además de una importante cantidad de gente que empezó a cobrar seguros de desempleo”.

Los que hay que saber sobre las elecciones nacionales 2011


Los padrones

No habrá más padrones de hombres y de mujeres sino que serán mixtos. Tampoco las mesas y los lugares de votación estarán separadas por sexo.
- Se recomienda revisar los padrones provisorios antes de la elección, para corroborar los datos personales de cada elector, sobre todo los que hayan realizado cambio en su documento en los últimos años.
- A tal fin, habrá una publicación anticipada de padrones provisorios que podrá revisarse del 11 al 31 de marzo.
- El 26 de abril es la fecha de cierre del padrón provisorio. Las novedades posteriores a esa fecha ya no ingresarán al padrón. Las listas provisionales cerradas se publicarán nuevamente del 6 al 21 de mayo.
- Durante cada publicación, los ciudadanos podrán efectuar reclamos sobre los padrones.
- En todos los casos, los padrones podrán consultarse por Internet, SMS y líneas gratuitas 0800, además de otras herramientas.

Lugares de votación

- Como consecuencia del cambio de confección de los padrones, que serán mixtos, es muy probable que cambien los lugares de votación al que está acostumbrado a ir cada ciudadano. Por eso, se aconseja verificar con anticipación el lugar de votación que le toca a cada uno.
- A tal fin se publicarán los padrones definitivos el 15 de julio para las elecciones primarias y 23 de septiembre para las generales.
Elecciones primarias
- Serán el 14 de agosto y se harán por primera vez este año. Son obligatorias para todos los ciudadanos, más allá de estar o no afiliados a algún partido político.
- Se votarán los candidatos de cada agrupación política que intervendrán en la elección general. Las agrupaciones pueden tener diversas líneas internas o una sola, pero deben participar en la primaria para poder presentar candidatos en las generales.
- Cada ciudadano elegirá al o los candidatos del partido que quiera. El partido que no haya contado con al menos el 1,5% de los votos válidos totales por categoría, no podrá presentar candidatos en la elección general.
- En el cuarto oscuro estarán las boletas de cada partido o agrupación con sus respectivas líneas internas para cada categoría (presidente, diputados, senadores, etc.).
- Cada partido podrá optar por un color de boletas distintivo y hasta podrá usar imágenes para diferenciarse del resto.
- Cada ciudadano podrá elegir una boleta completa o cortar boleta por categoría de cargos, tanto entre líneas internas de una misma agrupación como de agrupaciones políticas diferentes. Lo que no podrá es elegir más de una opción para una misma categoría.
- Dependiendo el distrito electoral, habrá más o menos categorías a elegir.
- Los ciudadanos que no hayan cumplido los 18 años al 14 de agosto pero sí los vayan a cumplir antes de la elección general, también deberán votar en las primarias.

Elección general

- Se hará el 23 de octubre.
- Seguramente participarán menos agrupaciones políticas que en el año 2009, toda vez que no todas conseguirán el 1,5% ya mencionado en las primarias. Además, en la reforma legislativa han aumentado las exigencias para constituir y mantener la vigencia de un partido político, con lo cual muchos han caducado.

"Sorprende que una actividad básica y necesaria como la minería sea tan poco conocida en Argentina"

4.3.11

Por Pablo Marcet:

Sorprende que una actividad básica y necesaria como la minería sea tan poco conocida en Argentina. Los sueños de los primeros exploradores de la región tuvieron que ver con una expectativa de riqueza mineral y algunos de los nombres más conspicuos del mapa argentino tienen que ver con esos sueños. Pero las expectativas y el alto potencial geológico del país recién comenzaron a producir logros modestos hace unos pocos años.
El buen presente de la minería mundial está ayudando a la incipiente minería argentina a despegar. No obstante, las propuestas de nuevos proyectos han chocado con inesperados focos de oposición. El debate necesario para resolver estos conflictos se dificulta por la enorme difusión de exageraciones y falsedades relacionadas con el negocio minero.

¿QUÉ ES LA MINERÍA MODERNA?

Históricamente la minería ha sido una actividad riesgosa, romántica, con fuertes altibajos cíclicos, a veces conflictiva y, en general, poco conocida por el público. Aunque esta descripción sigue siendo aplicable a la minería del presente, los cambios ocurridos en el siglo XX han sido profundos y transformadores.
Cualquier definición de minería moderna será necesariamente arbitraria pero dos cambios ocurridos en el siglo XX son esenciales para entender la minería de hoy. El primero fue un cambio en los procesos de producción y procesamiento de los minerales, que permitió aumentar la escala de producción y convertir en mena (definición de roca con valor económico) a la roca que hasta ese entonces había sido considerada estéril (o sin utilidad económica). Estos avances tecnológicos permitieron recuperar metales desde concentraciones naturales 3 a 10 veces menores que antaño y, al reducir costos, se lograron precios reales cada vez más bajos para los consumidores. La década de 1920 fue emblemática por haberse logrado la aplicación comercial del proceso de flotación para producir concentrados metalíferos.
En las décadas de 1970 y 1980 la minería mundial comenzó el segundo proceso de transformación, que se centró en temas considerados secundarios hasta ese entonces. Aún cuando se siguió, y se sigue, innovando en los frentes de tecnologías mineras, de procesos y de logística, esa transformación surgió desde las áreas de seguridad industrial y cuidado del medio ambiente.
Hasta la década de 1970 la minería registraba índices de seguridad industrial -medidos en frecuencia y gravedad de accidentes- alarmantes. Al igual que en otras industrias, el estudio y el cuidado del medio ambiente no eran prioritarios y los pasivos ambientales se acumulaban. Por distintos motivos, en parte por la implementación de nuevas regulaciones, pero principalmente para mejorar la competitividad, algunas compañías mineras comenzaron un proceso en el que la seguridad y el medio ambiente ganaron rango en las prioridades y en los objetivos estratégicos de cada negocio.
En poco más de diez años la minería metalífera internacional mejoró sus índices de seguridad hasta ser comparables con los sectores más seguros de la economía. También se desarrollaron tecnologías y sistemas de gestión ambiental de vanguardia. El ingreso de mayor cantidad de mujeres a la industria ayudó a acelerar este proceso. Fue uno de los más notables y silenciosos cambios de paradigma en el sector.

ALGUNOS ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS DE LA MINERÍA ARGENTINA

En el territorio argentino la minería generó, desde antes de su conformación como país, grandes expectativas que nunca se tradujeron en una producción relevante a escala mundial o, incluso, regional. Hoy, la combinación de una gran riqueza geológica con un marco normativo que, lejos de ser perfecto, es equilibrado, hace que vuelva a vislumbrarse un potencial importante para la producción minera. Tres hechos históricos esenciales para entender cómo llegamos a la situación actual: (1) Código de Minería de 1887; (2) Ley de Inversiones Mineras de 1993; y (3) Fracaso del proyecto de Esquel en 2003.
En 1887 entró en vigencia el Código de Minería en la República Argentina. El mismo estableció cómo se adquieren, conservan y pierden los derechos de exploración y explotación de yacimientos mineros. Distintas reformas al Código fueron dictadas en 1917, 1935, 1956, 1958, 1980 y 1993-1995. Es importante resaltar que no existen diferencias significativas en las cuestiones básicas del Código en relación a cuerpos de ley equivalentes en los países mineros. Los Estados (nacionales o, en el caso de Argentina, provinciales) son quienes tienen dominio sobre los minerales del subsuelo y otorgan concesiones a los privados para su exploración y explotación. Generalmente, en parte por ser la minería una actividad con altísimo riesgo de generar pérdidas económicas -sólo 1 proyecto de cada 100 llega a la producción-, los Estados no participan directamente en la actividad.
Por distintos motivos, culturales, históricos y, especialmente, de inestabilidad política e inseguridad jurídica (segunda mitad del siglo XX), el Código de Minería no fue suficiente para atraer inversiones mineras al país. Por lo menos no en la escala que llegaron a países industrializados y a algunos países vecinos.
La Ley de Inversiones Mineras y las modificaciones al Código de Minería sancionadas en 1993 a 1995 pusieron a la Argentina en el mapa minero mundial. Las dos herramientas principales de esos cambios fueron: la estabilidad fiscal por 30 años para los nuevos proyectos de inversión y la implementación de una ley, la primera de su tipo en el país, para que todo proyecto de exploración o explotación minera requiera la aprobación de un estudio de impacto ambiental. Con la adhesión unánime de todas las provincias, estos cambios, que fueron, en líneas generales, copiados de los países mineros del primer mundo, lograron que algunos proyectos que estaban en carpeta desde hacía décadas se desarrollaran finalmente y que la exploración minera en Argentina renaciera.
En marzo de 2003 los habitantes de Esquel, provincia de Chubut, votaron en un plebiscito su apoyo o rechazo al desarrollo de una mina de oro en un paraje cercano a esa ciudad. El 81% de la población votó en contra del proyecto y, aunque el plebiscito no fue legalmente vinculante, la mina no pudo ser. Hasta ese entonces, la incipiente minería argentina había gozado de una clara aceptación como generadora de puestos de trabajo, especialmente en zonas deprimidas a lo largo de la cordillera de los Andes. Desde 2003 en adelante todo nuevo proyecto minero en Argentina se topó con corrientes y organizaciones que manifestaron su rechazo e intentaron emular lo sucedido en Esquel. Muchos de los mitos que se escuchan hoy se generaron y difundieron desde ese momento.
El rechazo al proyecto de Esquel, en el que participó activamente la organización Greenpeace, se centró, fundamentalmente, en cuatro premisas y acusaciones. La primera fue la teoría del saqueo. Se insistió en que los desarrolladores extranjeros del proyecto no sólo no pagarían impuestos sino que, además, el Estado les pagaría por llevarse el oro fuera del país. La segunda fue la teoría de la contaminación de las aguas con cianuro, sustancia que, se dijo, estaba prohibida para usos mineros en el primer mundo. La tercera fue el impacto visual. Se afirmó que el proyecto haría desaparecer la cadena de cerros que enmarcan la vista desde Esquel. Y la cuarta fue la acusación de que, ya en las actividades de exploración, la compañía había contaminado un curso de agua local, el Arroyo Amarillo, con sustancias tóxicas. Las cuatro premisas y acusaciones resultaron ser comprobadamente falsas. Pero los mitos florecieron y se difundieron.

MITOS

Los mitos sobre la minería son muchos y variados, coincidiendo todos en obvias contradicciones. A continuación se resumen los principales para destacar sus mayores errores y falsedades.

"LAS EMPRESAS MINERAS NO PAGAN IMPUESTOS"

Esta grosera falsedad tiene muchas partes que, sumadas, hacen que se utilice la palabra "saqueo" en algunos ambientes críticos a la explotación minera. La primera se refiere al pago del impuesto a las ganancias (o al no pago, según el mito). Es difícil descifrar de dónde proviene tal desinformación y fácil verificar que las empresas mineras pagan la misma alícuota de ese impuesto (actualmente 35%) que empresas de cualquier otro sector. La única diferencia en el caso de las mineras, por la naturaleza riesgosa y de largo plazo de sus inversiones, es que esa alícuota no puede ser modificada desde el inicio de un proyecto minero durante 30 años. Esto es parte de la llamada estabilidad fiscal que rige para cada proyecto.
Otra parte de ese mito dice que las empresas deben pagar el 3% del valor "boca-mina" en concepto de regalías mineras a nivel provincial pero sólo pagan el 1% debido a que se utilizan descuentos en el cálculo. La realidad es que el mineral en bruto a la salida de la mina -a eso se refiere "boca-mina"- no tiene un valor de mercado y por eso se recurre a una fórmula, internacionalmente aceptada y establecida en Argentina por ley, que calcula el valor "boca-mina" partiendo del valor de las ventas y descontando el valor agregado (molienda, metalurgia, transporte, etc.). La alternativa sería que las empresas paguen el 3% a las provincias en mineral en bruto -el origen histórico del "boca-mina"- pero, sin la infraestructura para procesar ese mineral, eso no es práctico ni económico para el Estado recaudador. Las empresas pagan el 3% de las regalías tal como éstas fueron concebidas y reglamentadas en forma unánime por todas las provincias argentinas. Ese 3% es comparable con otras jurisdicciones mineras a nivel mundial que cobran regalías. Las más competitivas no cobran ese impuesto.
En promedio, las empresas mineras que operan proyectos privados en Argentina pagan alrededor del 50% de sus ganancias en impuestos y regalías. Esta cifra se eleva al 60% para aquellas empresas que tienen al Estado como socio en sus operaciones. En un estudio de Behre Dolbear (2009) sobre impuestos aplicados a la minería, Argentina alcanzó un puntaje de 4 sobre 10 –lo que indica una alta carga tributaria-. Los países con impuestos mineros más bajos son México, Australia y Canadá.
En la década de 1990 la sanción de la Ley de Inversiones Mineras y las modificaciones al Código de Minería hicieron que, por primera vez en la historia, el clima de inversión minera metalífera en Argentina fuera competitivo a nivel mundial. En 1999 Argentina logró el puesto número 6 en uno de los ranking más reconocidos (del Fraser Institute de Canadá) sobre jurisdicciones mineras y su atractivo para la inversión. La medición incluye el potencial geológico sumado a las políticas públicas, nivel de impuestos, seguridad jurídica, corrupción, etc. Desde ese entonces la Argentina ha caído sistemáticamente hasta ocupar en 2008-2009 el puesto 56 (sobre 71 jurisdicciones encuestadas) en ese mismo ranking. Quienes hoy lo lideran y son los países más atractivos para la inversión minera son Canadá, Estados Unidos, Chile, Suecia y Finlandia.

"LA MINERÍA CONSUME GRANDES CANTIDADES DE AGUA EN DETRIMENTO DE OTRAS ACTIVIDADES"

Aunque el mito es extensivo a toda la minería, se utilizará el ejemplo de la mina Bajo de la Alumbrera, en Catamarca, porque, generalmente, el mito se reproduce mencionando a esta mina en particular, quizá por tratarse de la mina más grande del país. Realizaciones televisivas, videos documentales, revistas de noticias, sitios de internet y hasta alguna plataforma electoral política afirman que la mina Bajo de la Alumbrera consume 100 millones de litros de agua por día, ha secado ríos, deprimido napas subterráneas y condenado a los productores agropecuarios locales a la pobreza.
Bajo de la Alumbrera es una mina grande, aunque no tan grande en comparación con otras minas de su tipo en Estados Unidos, Chile y otros países que producen cobre. También consume una cantidad importante de agua, unos 50 millones de litros diarios de aguas subterráneas -la mitad de lo que le endilga el mito-. El número suena excesivo pero vale la pena compararlo con el consumo de otras actividades en la región. La cantidad de agua que utiliza esta mina equivale al consumo de aproximadamente 800 hectáreas de olivos. Si consideramos que sólo en Catamarca y La Rioja hay unas 30.000 hectáreas de olivos plantadas, podemos calcular que la mina consume menos del 3% del agua que consumen los olivares de la misma región. Si a esto se le suman otros usos del agua (algodón, viñedos, aromáticas, embotelladoras, etc.) se puede deducir que la mina más grande del país consume menos del 1% del agua que se utiliza para la producción primaria en la zona.
Por otro lado, las empresas mineras son las únicas, en Argentina, que deben tener un estudio de impacto ambiental aprobado -por organismos políticos y técnicos- para consumir agua y son controladas regularmente para verificar que no se afecte a otros usuarios. Todas las mediciones tomadas a la fecha en la mina de este ejemplo indican que el área de impacto alrededor de sus pozos de agua (técnicamente, el "cono de depresión") está a más de 20 km del río que, según el mito, han secado. Es fácil comprobar, ya que los pozos utilizados para monitorear el agua de la cuenca están a la vera de la famosa ruta 40, que el supuesto impacto al río y a la producción agrícola que de él dependen, simplemente no existe.
Podemos agregar que, en Catamarca, la minería paga un canon de aguas y este es 40 veces mayor que el que deben pagar (¿lo hacen?) las otras actividades productivas.

"LAS EXPLOTACIONES MINERAS NO GENERAN BENEFICIOS LOCALES"

Quienes afirman esto generalmente señalan que del total de impuestos que paga la minería, el grueso (retenciones, ganancias, etc.) se lo lleva el Estado nacional. Y del 3% de REGALÍAS provinciales, y otros impuestos locales, sólo una parte minoritaria vuelve a los municipios mineros. Esto es estrictamente cierto, aunque nada tiene que ver con la minería sino con la organización política y fiscal del país.
En cualquier país minero los principales beneficiados, en cuánto a impacto económico per capita, son las comunidades locales. Las pocas zonas mineras de la Argentina no son la excepción. Estos beneficios son generados por el pago de sueldos (directos e indirectos), pagos a proveedores, capacitación, construcción de infraestructura y gastos sociales de las empresas, generalmente destinados a mejorar los servicios locales. Además del aumento absoluto de las economías locales podemos agregar el aumento relativo de la actividad económica formal (más sobre este punto en la discusión del mito "la minería es incompatible con el turismo y la agricultura").

"LA MINERÍA A CIELO ABIERTO ESTÁ PROHIBIDA EN EL PRIMER MUNDO"

Es difícil dar con una estadística mundial sobre el tema pero es válido decir que más del 90% de la minería mundial proviene de minas a cielo abierto. El resto, por supuesto, corresponde a minas subterráneas. Sólo en Estados Unidos, donde las estadísticas sí publican datos diferenciados entre las dos formas de producción, de las 34 minas más grandes del país, 32 son minas a cielo abierto y 2 son mixtas, con una parte a cielo abierto y otra subterránea.
Los distritos del mundo donde la minería a cielo abierto como método de explotación ha sido prohibida o restringida, como Costa Rica o varias provincias argentinas, tienden a ser, irónicamente, Estados que no tienen experiencia minera.
Parte de este mito, o de sus fundamentos, dice que la minería a cielo abierto arrasa sierras enteras y destruye ecosistemas en cientos o miles de kilómetros a la redonda. La realidad es que en países de gran tradición minera como Australia y Estados Unidos, el área afectada por todas las operaciones mineras, históricas y actuales, ocupa el 0,26% y el 0,40%, respectivamente, de la superficie de cada país.
En el caso de la minería argentina, en este caso la no-metalífera, actualmente se acusa a los productores de piedra y de caliza de las sierras de Tandil de pretender arrasarlas y modificar el paisaje de manera catastrófica. Pero los datos indican que la actividad minera de esa zona -canteras en actividad más ampliaciones en estudio- ocupa un total de 53 hectáreas sobre 60,000 hectáreas de sierras (menos de 0,001% de la superficie).
Australia, Canadá y Estados Unidos son buenos ejemplos para verificar lo difundido del método de explotación minera a cielo abierto en el primer mundo. Los tres países figuran entre los cinco mayores productores y exportadores mundiales de casi todas las sustancias minerales comunes, desde cobre, plata, uranio, níquel, oro y hierro, hasta bauxita, aluminio, azufre y carbón. El método que predomina, por lejos, es la explotación a cielo abierto.
Una de las grandes ventajas de las minas a cielo abierto tiene que ver con los trabajadores mineros. Generalmente es más seguro, saludable y agradable trabajar en una mina a cielo abierto que en una subterránea.

"EL USO DEL CIANURO EN LA MINERÍA ESTÁ PROHIBIDO EN EL PRIMER MUNDO"

Lo primero que debemos resaltar es que no existe "la minería con cianuro". La minería, a cielo abierto o subterránea, extrae la roca y esta luego pasa a un proceso industrial (para separar los metales de la roca natural) que es independiente del método de extracción. La decisión de utilizar el método de cielo abierto o subterráneo en la fase minera en nada influye a la selección del proceso industrial para separar los metales de la roca. El proceso industrial (flotación, cianuración, gravitacional, etc.), dependerá principalmente de las características mineralógicas de la roca).
En todo el mundo hay más de 800 minas de oro y plata que utilizan cianuro en la parte industrial de su proceso de recuperación. Típicamente se usan soluciones muy diluidas de cianuro de sodio, en rangos de 0.01% a 0.05% de cianuro (100 a 500 partes por millón).
El uso de cianuro constituye el principal método de recuperación del oro en todo el mundo y son contadas las jurisdicciones que lo han prohibido. Curiosamente, se ha prohibido en varias provincias argentinas que no tienen experiencia minera. El muy comentado accidente en el que desechos con cianuro fueron vertidos al medio ambiente en Baia Mare, Rumania, en el año 2000, alimentó los miedos relacionados con la sustancia pero, a su vez, aglutinó a la industria minera bajo sistemas comunes y transparentes de manejo de cianuro a nivel mundial.
La minería utiliza aproximadamente el 10% del cianuro que se consume mundialmente. Se estima que esa proporción es similar en Argentina, pero sólo hay datos estadísticos del uso minero. Actualmente seis empresas mineras en tres provincias (Santa Cruz, San Juan y Catamarca) utilizan cianuro en su etapa industrial.
La palabra cianuro conjura percepciones de peligrosidad y muerte (en 1945, varios líderes del régimen Nazi se suicidaron ingiriendo cianuro de hidrógeno), y las inquietudes del público sobre sus riesgos y controles son legítimas. Aun así, su uso en la minería moderna tiene un historial notablemente seguro, tanto en cuestiones de seguridad y salud como en las relacionadas con el medio ambiente. Esto se debe a varios factores. Primero, el cianuro es muy caro y las empresas lo cuidan tanto como al oro (literalmente ya que ambos están en la misma solución en el proceso industrial), utilizándolo en circuitos que permiten su reutilización. Segundo, existen códigos y procedimientos de manejo de la sustancia desde su producción, transporte y utilización final, de estricto cumplimiento bajo la ley ambiental minera. (En el caso de las otras industrias que utilizan cianuro en Argentina, no se exigen estudios de impacto ambiental ni controles.) Y, tercero, el cianuro se degrada (se convierte en compuestos benignos) al estar expuesto al sol o a la oxidación. Además, la exposición, aunque sea prolongada, a bajas dosis de cianuro no produce acumulación biológica en los humanos ni daños permanentes en el medio ambiente. A diario estamos expuestos al cianuro a través de ciertas frutas y verduras, de la sal de mesa, del humo del cigarrillo, del escape de los vehículos y de la quema de basura.

"LA MINERÍA DEL URANIO ES ESPECIALMENTE DAÑINA"

Canadá, Kazajstán y Australia son los tres principales productores de uranio del mundo. Estados Unidos, que fue un gran productor hasta la década de 1970, está hoy octavo en ese ranking. Brasil, en el puesto 17, es el único país de América Latina entre los 20 primeros productores mundiales (datos de 2008). Ninguno de estos países, ni de los que actualmente producen uranio, han registrado accidentes que justifiquen el mito.
En general, la minería del uranio no utiliza ningún método diferente de la minería de otras sustancias. Sí es cierto que se utilizan protocolos de muestreo y de exposición al mineral para proteger a los trabajadores mineros de la radioactividad, en especial la de elementos asociados al uranio ya que este suele tener muy baja dosis de radioactividad en la naturaleza.
Cada vez hay una mayor proporción de la producción que proviene de minas que operan con el método de lixiviación in-situ. Esto implica extraer el mineral sin la necesidad de excavar una mina, simplemente disolviéndolo directamente de la roca y recuperándolo a través de pozos similares a los de agua. Entre otras ventajas, este método elimina la necesidad de grandes depósitos de colas (mineral de rechazo en el proceso industrial) y reduce la exposición de los trabajadores a los accidentes y a la radioactividad natural del mineral.
Debido a la intención de muchos países de reducir el uso de combustibles fósiles y la generación de gases invernadero, la minería del uranio y la energía nuclear están teniendo un renacimiento en muchas partes del mundo. Argentina, que en décadas pasadas tuvo una pequeña producción, hoy suspendida en su totalidad, es actualmente reconocida por su gran potencial como productor de uranio.

"LA MINERÍA ES INCOMPATIBLE CON EL TURISMO Y LA AGRICULTURA"

Desde 2003 la mayoría de los grupos que atacan a la minería esgrimen el argumento de la incompatibilidad con otras actividades, en especial el turismo y la agricultura. La pregunta que surge de inmediato es si esta teoría se verifica en aquellos países o jurisdicciones donde se desarrollan las tres actividades en una misma región. Chile, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos y Sudáfrica ofrecen ejemplos de este tipo. En cada uno de estos países coexisten desde hace décadas las tres actividades y sus productos son altamente competitivos en los mercados internacionales.
En el caso de Estados Unidos podemos citar al estado de California, quizá la jurisdicción minera más ambientalista del mundo. En el valle de Napa, famoso por su producción de vinos de alta gama y un destino turístico infaltable en cualquier visita al norte de California, operó, desde 1985 hasta agotarse el mineral en 2002, la mina de oro McLaughlin. Como la mayoría de las minas de oro modernas, esta utilizó el método de explotación a cielo abierto y recuperó el oro mediante el proceso de lixiviación con cianuro. Durante la operación de la mina siguieron, y siguen aún hoy, floreciendo la agricultura y el turismo en toda la región.
Una de las posibles explicaciones de este mito a nivel provincial en Argentina es que algunos sectores económicos dependen de la disponibilidad de mano de obra estacional, barata e informal. La minería, en especial la de los medianos y grandes emprendimientos, paga los sueldos más altos de la Argentina -96% más que el promedio de otros sectores productivos y un 400% mayor que el sector agrícola (datos de 2005)- y los paga "en blanco". En este sentido es posible que la minería sea vista como un competidor de riesgo en algunas economías regionales.

CONCLUSIONES

La historia argentina ha tenido un desarrollo minero en el que las expectativas siempre han sobrepasado a las realidades y en el que el potencial sigue, salvo meritorias excepciones, bien guardado en el subsuelo. La apertura a las modernas formas de desarrollo e inversión mineras de las últimas décadas se ha visto deslucida en los últimos años por una opinión pública inundada de mitos.
En muchos foros de discusión de temas mineros surgen preguntas acerca del origen de los mitos y la intencionalidad de quienes los crean y difunden. Es posible que se trate de casos extremos de "teléfono descompuesto", de exageraciones que sirven a grupos de interés, de falta de difusión de la información oficial o de un sinnúmero de otras causas y combinaciones de todas ellas. Lo cierto es que la comunidad le está dedicando recursos a debates estériles y esto impide o demora las deliberaciones constructivas para generar cambios allí donde la minería necesita mejorar: infraestructura, mayor transparencia y efectividad en el uso de fondos públicos, falta de mano de obra calificada y de proveedores locales competitivos, mejorar los sistemas de información pública sobre controles ambientales, etc.
En el plano político, los largos plazos mineros parecen ser incompatibles con los cortos plazos electorales, que suelen limitar a muchos horizontes políticos. Así, un proyecto minero que requiere de 10 a 15 años para entrar en producción, además de una enorme inversión de capital de riesgo, no le sirve al político de turno ni para cortar una cinta ni para recaudar impuestos durante su administración. En muchos casos es más tentador agitar alguna bandera ecologista y así ganar votos que apoyar a una industria mayormente desconocida, que no puede prometer nada en el corto plazo, y arriesgarse a perder votos. Las pocas provincias que sí tienen un sector minero productivo están empezando a cambiar esa percepción al comenzar a mostrar resultados luego de casi dos décadas de desarrollo. Y sin tener que soportar o compensar los males ambientales pronosticados por los mitos.
Ya se mencionó cómo la comunidad minera internacional logró un verdadero cambio de paradigma al incorporar como valores esenciales, y no negociables, a la salud, la seguridad y el cuidado del medio ambiente. Otra parte de ese esfuerzo la constituyen las relaciones comunitarias. En este nuevo frente, el de las relaciones de las empresas mineras con las comunidades cercanas y grupos de interés, los resultados han sido menos alentadores. En gran parte esto se debe a que la salud, la seguridad y el medio ambiente son problemas reales mientras que las relaciones comunitarias tienden a girar en torno a problemas percibidos. Los problemas de percepción suelen ser imprevisibles y estar cargados de expectativas, miedos, ideologías, intereses políticos y subjetividad. Es el lugar donde los mitos florecen.
Como todos los que aman a su profesión, los mineros tienden a ser apasionados y orgullosos de lo que hacen. Están -estamos-, además, orgullosos de los logros de la industria, muchas veces en situaciones difíciles de aislamiento geográfico, condiciones climáticas extremas, falta de infraestructura, Estados ausentes u obstaculizadores y una opinión pública que se ha tornado hostil. Los que saben de comunicación dicen que los mineros deben abrirse más para que esa opinión pública deje sus prejuicios y conozca al sector como realmente es. Para lograr ese objetivo es imperativo indagar más allá de las opiniones, concentrarse en las evidencias y, así, desterrar los mitos.
*Pablo Marcel es Master en Geología de la Universidad de Harvard y consultor minero. Desde 1985 ha trabajado en la exploración, desarrollo y explotación de yacimientos mineros en las Américas y en África.

ALGUNOS DATOS INTERESANTES

• La mina más grande del mundo es Bingham Canyon, una explotación de cobre a cielo abierto en el estado de Utah, Estados Unidos.
• Australia es el primer productor mundial de bauxita (de dónde se extrae el aluminio), segundo productor mundial de uranio, plomo, zinc y litio, tercer productor de oro, diamantes, hierro, manganeso y níquel, cuarto de carbón y plata, y quinto de cobre.
• Estados Unidos es el segundo productor mundial de oro y cobre (datos de 2007) y el primero de berilo, azufre y molibdeno. Sus exportaciones mineras tienen un valor de US$102 billones.
• El Estado de California, en Estados Unidos, cuenta con 629 minas (dato de 2007, incluye metalíferas y no-metalíferas) y es el quinto productor de oro de ese país, detrás de Nevada, Alaska, Utah y Colorado. Ese solo estado produce casi diez veces más oro que Argentina.
• En Canadá operan 813 minas, 55 de ellas metalíferas (datos de 2005), que exportan minerales por un valor de US$44 billones ó 13% de sus exportaciones totales.
• Chile produce el 40% del cobre mundial y es el mayor exportador de ese metal en forma de concentrados y cátodos. El 71% de la producción está en manos privadas y el 29% es controlado por el estado a través de la empresa estatal minera CODELCO. El cobre representa el 45% de las exportaciones del país vecino.
• Argentina es el tercer productor mundial de boratos (datos de 2006). En 2007 y 2008 su producción de cobre y de oro se ubicó en los puestos 16o y 18o, respectivamente, en el ranking mundial.
• La mina Aguilar, en la puna jujeña, produce plata, plomo y zinc ininterrumpidamente desde 1930. Es la mina más longeva de la Argentina y en ella han hecho escuela práctica muchos mineros del país.
• En la provincia de San Juan, la pujante minería de oro consume menos del 1% del agua que utiliza la agricultura.
• El 78% de la energía en Francia es nuclear. Francia es uno de los mayores importadores de uranio y el mayor exportador neto de energía del mundo.
• En Estados Unidos la minería tiene mejores índices seguridad industrial -frecuencia y gravedad de accidente- que el comercio. (¡Es más seguro trabajar en una mina que en una tienda de ropa!)

REFERENCIAS Y SITIOS DIGITALES CON INFORMACIÓN DE INTERÉS
Behre Dolbear (2009): www.dolbear.com/Publications/CountryRankings.pdf
Código de uso de cianuro: www.cyanidecode.org
Fraser Institute (Canadá): www.fraserinstitute.org
Infomine (sitio privado con información de todos los países mineros): www.infomine.com
Minerals Council of Australia: www.minerals.org.au
National Mining Association (Estados Unidos): www.nma.org
Natural Resources Canada: www.nrcan.gc.ca

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1.3.11